PERSPECTIVAS DEL AÑO NUEVO EN ARAGÓN

2024: La primera prueba de fuego para Azcón

El presidente podrá desplegar su proyecto político con sus propias cuentas y definir las relaciones con sus socios

Toma de posesión del Gobierno PP-Vox, el pasado verano.

Toma de posesión del Gobierno PP-Vox, el pasado verano. / ÁNGEL DE CASTRO

El nuevo año que comienza puede entenderse casi como el año I de la era Azcón en Aragón. Será el primer ejercicio en el que el Gobierno de coalición PP-Vox pueda desplegar su proyecto político tras algo más de cuatro meses de calentamiento en el Pignatelli gestionando las cuentas que dejó aprobadas el cuatripartito progresista saliente.

Con un presupuesto "expansivo pero austero", en la nueva definición acuñada por uno de los pesos pesados del Gobierno autonómico, su titular de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, el presidente aragonés goza de las mayores cuentas de la historia para dar forma a una comunidad que, hasta ahora, marcha bien en lo económico y en el empleo pero que afronta retos importantes como el desafío del cambio climático, la despoblación y la pelea por una financiación autonómica justa. Lo hará, además, con su nuevo y aceptado compañero de viaje, Vox, que viene practicando en estos últimos meses cómo se presiona y se consiguen cosas de un partido que les cuadruplica en escaños.

El primer cambio que decían querer imprimir los populares con su llegada al Pignatelli era el "infierno fiscal" tantas veces denunciado desde la tribuna de la oposición y durante la campaña electoral. Solo que el margen de las arcas autonómicas para que esas bajadas fiscales se noten en el bolsillo de los ciudadanos es limitado.

De momento, las primeras medidas en este 2024 afectarán al impuesto de Sucesiones, que seguirá bonificándose para las grandes fortunas. También habrá nuevos retoques del IRPF, que se sumarán a la última rebaja fiscal de Javier Lambán. Y alguna propuesta más que Bermúdez de Castro dejó ya para la primavera, y que puede estar relacionada con el fomento de la natalidad y la lucha contra la despoblación.

Para aprobar estas medidas fiscales, de nuevo, el tándem PP-Vox podrá contar con el PAR, su socio en la sombra, que gobierna casi tanto o más que la extrema derecha con su salpicón de directores generales distribuidos por todas las áreas. La sintonía es total entre el diputado Alberto Izquierdo y el presidente Azcón, lo que, a todas luces, dejará nuevas noticias en este 2024. Lo que no es esperable es la ruptura de estos acuerdos que tantos frutos le han dado al único diputado de la formación de centro aragonesista.

Otro de los socios que insiste en posicionarse en la oposición, Teruel Existe, apretará en este nuevo año por la comisión de investigación sobre las energías renovables en Aragón. Su campaña, no solo electoral sino también ciudadana, tiene un lema que se expandió con rotundidad y otros muchos hicieron suyo: 'Renovables sí, pero no así'. De la petición de la moratoria a la implantación de más parques que esquilmen los recursos de Aragón ya nadie se acuerda. Desde luego no se acuerda Azcón. Pero los turolenses exigirán más pronto que tarde que la comisión de investigación registrada en las Cortes de Aragón se ponga a funcionar y que la ordenación de las energías verdes comience cuanto antes.

Lo que no tiene fecha, por ahora, en el horizonte de este nuevo año es la presentación del Plan de Concordia que Azcón quería ver hecho una realidad cuanto antes tras anunciar el 20 de noviembre la derogación de la Ley de Memoria Democrática de Aragón junto a sus socios de Vox.

Un texto que pretende tratar "por igual" a ambos bandos, incluir a "todas las víctimas", en un intento que los historiadores de la Universidad de Zaragoza ya alertaron de que puede desvirtuar el fin de reparar la memoria de los vencidos y maltratados por el franquismo. Aquí se verá si Vox y el PP están tan cerca, o más bien lejos en una materia que sigue pendiente 80 años después de acabada la guerra civil.

Europa

Más cercano en el tiempo queda, porque además así lo exigen desde Bruselas, la ejecución de los proyectos financiados con fondos europeos para la sostenibilidad turística. Con el proyecto de la unión de estaciones por Canal Roya sin descartar por el nuevo Gobierno, lo que está claro es que habrá fondos para cubrir otras actuaciones con menos contestación social en el Pirineo.

También será este 2024 el primero en el que el goteo –por no decir torrente– de fondos europeos empiece a llegar con más cautela después de la crisis del coronavirus. Además, el regreso de las reglas de estabilidad presupuestaria pondrán a la comunidad ante más dificultades financieras. Y con esta baza, el Gobierno PP-Vox tendrá que decidir dónde poner dinero y dónde quitarlo, tras cuatro años de presupuestos expansionistas.

Otros retos llegarán de la industria, donde la comunidad sigue confiando en poder albergar una gigafactoría de baterías que dé el impulso definitivo a un sector que sigue siendo uno de los motores principales de la economía aragonesa, y que ya se ha escapado. Los antecesores en el Gobierno de Aragón presumen de que había para estos ejercicios nuevas llegadas de empresas en ciernes. Ahora le toca al equipo de Azcón amarrar todas ellas para seguir bajando la tasa de paro y mejorando en las condiciones laborales de los trabajadores.