Política sanitaria

Una residente de último año, ante el 'decreto MIR': «Faltan datos, no hay concreción»

Una joven en formación especializada de Medicina de Familia reconoce el esfuerzo pero cree que faltan detalles

Entrada de los estudiantes al examen MIR de este año.

Entrada de los estudiantes al examen MIR de este año. / ANDREEA VORNICU

Eva García

Eva García

Ana (nombre ficticio) es residente de último año de Medicina de Familia y Comunitaria. Terminará la especialidad en septiembre, ya que pertenece a la generación que, por la pandemia, comenzó su formación cuatro meses más tarde de lo que es habitual (en mayo). 

Estos días ha escuchado la propuesta del Gobierno de Aragón para que Aragón se convierta en un destino atractivo para ejercer la profesión. Ella al terminar el grado tuvo que elegir especialidad y ahora tiene que decidir dónde quiere trabajar. «Me planteo quedarme», asegura, pero en esta decisión no han tenido mucho que ver esas líneas maestras que el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, expuso a los MIR esta semana para fidelizar y captar profesionales. «El gobierno está haciendo esfuerzos» para lograr que los facultativos sigan ejerciendo en la sanidad pública en Aragón, pero, de momento, «faltan datos, no sabemos cómo se articulará», señala esta joven, quien reconoce que los mensajes son campanas al aire. «No hay detalles», señala.

Entre las medidas que propone el departamento están los denominados «contratos de fidelización» que otras comunidades «ya están ofertando incluso antes de acabar» la formación especializada, reconoce. Por eso, califica la reunión de «decepcionante» porque se les dieron a conocer medidas pero no concretas.

La residente asegura que en estos momentos también se están formando en Aragón médicos de otras comunidades cercanas. Por eso, señala que el futuro dependerá «del contrato o del destino» porque «no es lo mismo» si te mandan a una hora como puede ser Alfaro (La Rioja) o Tudela (Navarra) que a dos horas en coche dentro de Aragón, explica. 

Además, hay que tener en cuenta, insiste, en que ese déficit de profesionales también se da en otras comunidades, que están ofreciendo contratos largos, de tres años, como Castilla y León, una medida ya implantada hace unos años mientras que aquí «hasta ahora no se hacía», reconoce.

Ella no dudó en elegir como especialidad Medicina de Familia y Comunitaria. «Tuve un flechazo», afirma. Ella rotó, como hacen muchos, y vio que «era mi lugar». Le gusta «la cercanía con los pacientes, la transversalidad y llevar un seguimiento», asevera, para decir a continuación: «Es la real, la medicina auténtica».

Su residencia acabará en septiembre, pero el consejero ya les dijo que van a contar con ellos para el periodo estival con un complemento, que tampoco se las cuantificó. Bancalero sí que les notificó que no adelantará la finalización de la formación, ya que además, según el sindicato CesmAragón es «ilegal», ya que va en una norma básica estatal.

Es este mismo sindicato el que ha denunciado la contratación de médicos extracomunitarios sin la especialidad para Atención Primaria y, aunque el Gobierno de Aragón hacía referencia a una norma de 2017 que lo permitía; CesmAragón señala que hacía referencia a médicos especialistas no comunitaria, peroo «siempre y cuando tuvieran la especialidad». 

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