Sociedad

Marcha ciclista contra la autopista eléctrica Valsada-Laluenga-Isona

Una plataforma vecinal ha preparado la actividad y recuerda los perjuicios de la red

La autopista eléctrica tiene torres de alta tensión de hasta 85 metros.

La autopista eléctrica tiene torres de alta tensión de hasta 85 metros. / EL PERIÓDICO

Arturo Pola

Arturo Pola

En un nuevo acto reivindicativo para protestar contra la autopista eléctrica tan criticada en la zona, los vecinos de La Ribagorza y del Cinca Medio han organizado una marcha ciclista de 130 kilómetros para exigir una transición energética sostenible que «no sacrifique el territorio ni la naturaleza en aras del beneficio exclusivo de macroempresas y el oligopolio energético».

«Es una manera más de tratar de visibilizar un problema que afecta a todos mucho más de lo que uno pueda suponer a primera vista», asegura Dori Rami, la portavoz de la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica Valsalada-Laluenga-Isona, una asociación muy crítica con una infraestructura con capacidad para 400.000 voltios que cubre más de cien kilómetros y unas torres de 45-85 metros de altura. La línea comienza en la central de Valsalada, en la Hoya de Huesca, llega hasta la de Laluenga, cerca de Barbastro, y acaba en Isona, en la zona leridana de Pallars de Juss. Una línea de evacuación que, en palabras de Rami, es «una aberración y un proyecto que daña a muchos y beneficia a los mismos de siempre».

Por ello, el próximo fin de semana (16 y 17 de marzo) una marcha compuesta por alrededor de 30 ciclistas recorrerá el territorio en señal de protesta y para pedir soluciones. «La idea es recorrer la mayoría de pueblos y en cada uno hacer una parada para realizar pequeñas reuniones y entregar panfletos informativos para que la gente sepa lo nocivo del proyecto», explica Rami. Por ello, la caravana ciclista (y varios coches escoba) visitarán las calles de Lalunega (desde donde se tomará la salida), Castejón del Puente, Monzón, Almunia de San Juan, Azaney, Peralta de la Sal, Calasanz, Benabarre, Tolva y Tremp para terminar en Figueruela de Orcau.

"No vamos a parar"

Dori Rami asegura que la plataforma de la que es portavoz está investigando cuál es la mejor manera para tratar de frenar el proyecto. «De momento vamos por la vía administrativa, pero estamos convencidos de que va a haber que llegar a los juzgados. Nosotros no vamos a parar», recalca una Rami que señala que se ha abierto una campaña de micromecenazgo para tratar de recaudar fondos para esta lucha. «Está en juego nuestra salud», subraya la altoaragonesa.

Y es que la línea de evacuación se encuentra a menos de 500 metros de los casos urbanos e incluso a escasos 200 metros de algunas viviendas. «El zumbido que emite es desagradable, los campos electromagnéticos está estudiado que aumentan las probabilidades de tener cáncer y eliminan la biodiversidad. Esto hay que intentar pararlo», acaba la portavoz.

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