Una zaragozana, víctima del accidente de Mallorca: "Se incrustaron raíces grandes y saltaron muchos cristales"

Pocas horas después del tremendo susto, los viajeros del autobús del Imserso que se salió de la carretera en Mallorca todavía se sobrecogen al recordar cómo vivieron el siniestro desde dentro del autocar. María del Pilar Giménez de Azcarate es una de los 22 aragoneses que iban a bordo del vehículo. «El autobús patinó, se salió de la carretera y cayó por un terraplén», relata la zaragozana de 76 años, que resultó ilesa.

María del Pilar se acuerda de lo que pasó en todo momento. «Era una zona abrupta. Raíces grandes se incrustaron en el autocar», apunta. El fuerte impacto del vehículo, al volcar hacia el lado derecho «hizo que saltaran muchos cristales». Los asientos del lado izquierdo quedaron entonces muy elevados. La aragonesa iba en uno de ellos. «Si no hubiéramos llevado todos los cinturones abrochados, ahora estaríamos hablando de una tragedia», resaltó. Esta viajera se descolgó con cuidado hasta llegar al suelo.

«Quiero destacar la gran profesionalidad de todos los que actuaron. Sanitarios, Guardia Civil, Bomberos, Policía Nacional y Policía Local. Fueron muy efectivos y tranquilizadores», quiere subrayar María del Pilar todavía con el susto en el cuerpo.

Heridos

Dos de los cinco turistas heridos que continuaban ingresados este martes en tres hospitales de Mallorca tras volcar el autobús del Instituto de Mayores y Servicios Sociales este pasado lunes dos son de Zaragoza. Se trata de un hombre y una mujer, que es la víctima que presenta las lesiones más graves, varias fracturas producidas por el vuelco del vehículo. Sin embargo, la herida evoluciona favorablemente y los responsables de su seguimiento estudian trasladarla a la capital aragonesa.

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Un portavoz de la Guardia Civil indicó que los investigadores están a la espera del análisis técnico de los datos registrados en el autobús para establecer las causas del accidente, en el que no intervino ningún otro vehículo. El conductor, un hombre español de 62 años y con 40 de experiencia en la empresa, que salió ileso del accidente, mantuvo en su declaración ante las autoridades que el autobús sufrió una avería en la dirección que le hizo perder el control y salirse de la vía hasta caer por un terraplén de unos tres metros y volcar. El chófer dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas a las que fue sometido. La Guardia Civil tiene previsto analizar el dispositivo de seguridad del autobús siniestrado en la carretera de Sant Llorenç a Son Servera, conocido coloquialmente como la «caja negra», para determinar las causas del siniestro.

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