Crónica política

Omnipresencia programada de Vox en Aragón

El vicepresidente de Aragón y líder de facto de Vox en la comunidad, Alejandro Nolasco, aprovecha el escaparate del Ejecutivo para lanzar mensajes partidistas

El presidente del Gobierno, Jorge Azcón, evitó desautorizar a su vicepresidente primero en sede parlamentaria, y solo marcó distancias el PP. | JAIME GALINDO

El presidente del Gobierno, Jorge Azcón, evitó desautorizar a su vicepresidente primero en sede parlamentaria, y solo marcó distancias el PP. | JAIME GALINDO / LAURA CARNICERO

Laura Carnicero

Laura Carnicero

La obsolescencia programada hace referencia a la planificación de la vida útil de un producto para que, pasado el tiempo estimado, este deje de funcionar, provocando así la necesidad en el usuario de salir al mercado a encontrar uno nuevo.

En la política aragonesa se percibe desde hace un tiempo una especie de omnipresencia programada. La protagoniza el vicepresidente del Gobierno de Aragón, consejero de Despoblación y Justicia, y líder –de facto– de Vox en la comunidad. Alejandro Nolasco es uno de los miembros del Ejecutivo aragonés con más agenda pública. Y las excentricidades en sus intervenciones hacen que cada una de sus palabras resuene con eco durante varios días. A menudo, por sus bulos que criminalizan a la inmigración, el negacionismo de la violencia de género y del cambio climático. Una omnipresencia programada, planificada para que su mensaje cale hasta que el elector se acostumbre a escuchar unos mensajes que solían chirriar en la opinión pública.

Su acción más polémica, cuando rasgó un folleto del Ramadán del Ayuntamiento de Huesca. | EL PERIÓDICO

Su acción más polémica, cuando rasgó un folleto del Ramadán del Ayuntamiento de Huesca. | EL PERIÓDICO / LAURA CARNICERO

Ningún ingrediente del argumentario de la extrema derecha se escapa a las intervenciones programadas de Nolasco. Ni son mitigadas por la parte mayoritaria del Gobierno, el Partido Popular, que triplica en escaños a la extrema derecha y les multiplica por cuatro en el Consejo de Gobierno, con ocho consejeros frente a los dos de Vox.

Tan solo de vez en cuando, cuando el estruendo se hace ensordecedor, los populares marcan distancias, especialmente, en el plano parlamentario. Bastante menos desde el Pignatelli. Unos y otros se necesitan para poder seguir en el poder.

El vicepresidente del Gobierno de Aragón acumula varias semanas de protagonismo en lo que a la agenda y el discurso político del Ejecutivo aragonés se refiere. Sea por el número de apariciones o por la extravagancia de sus intervenciones, el joven político turolense ha pasado de ostentar la imagen de líder "moderado" de Vox cuando desembarcó desde Teruel para liderar la candidatura autonómica, a capitanear al partido ultra en la comunidad autónoma con mensajes radicales. Un cambio que coincide, también, con su escalada al organigrama del partido a nivel nacional.

Una agenda repleta

El también consejero de Despoblación y Justicia del Gobierno de Aragón es uno de los miembros de la coalición de derechas con una agenda más activa, casi a la altura del presidente Jorge Azcón y la vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Empleo e Industria, Mar Vaquero.

En el último mes, Nolasco ha tenido más de una decena de actos en su agenda oficial, donde se mezclan las comparecencias íntimamente relacionadas con sus áreas de gobierno y las que tan solo trasladan su ideología. Algún día, como el 8 de marzo, tuvo varios actos. Y en muchas ocasiones se suman las apariciones del propio Nolasco a las del otro integrante de Vox en el Gobierno, el consejero de Agricultura, Ángel Samper, protagonista también de varias polémicas a cuenta de las protestas del sector agrario.

Discurso de odio

Hace quince días, rodeado de todos los diputados de Vox a las puertas de las Cortes, Nolasco fue portada nacional por romper un folleto sobre el Ramadán del Ayuntamiento de Huesca y vincular el islam, una vez más sin pruebas, con la delincuencia. Su actitud llevó a la oposición a pedirle a Azcón su cese. Pero el presidente optó por no responder en sede parlamentaria. Solo lo hizo cuatro días después, en un acto del PP, donde marcó distancias y dijo que las opiniones de ambos sobre el islam "ni se acercan".

Esta última semana, Nolasco ha sido señalado por el aumento de personal en sus áreas y porque contará con un piso a su nombre en la capital aragonesa. El asunto levantó en armas a la oposición, y el otrora moderado Nolasco respondió con insultos a través de sus redes sociales. Llamó "mentirosa patológica" a la portavoz del PSOE en las Cortes de Aragón, Mayte Pérez. Y "vulgar mentiroso" al diputado socialista Ignacio Urquizu.

La omnipresencia programada del líder de Vox continúa sin que nadie –por ahora–le ponga remedio.