El sector de la automoción

Las auxiliares aragonesas pujan para adjudicarse las piezas de la nueva plataforma de Stellantis

La industria asociada al gigante del automóvil comienza a enviar presupuestos con la máxima discreción antes incluso de conocer su ubicación

Los cuatro vehículos que hoy se ensamblan en la factoría de Figueruelas.

Los cuatro vehículos que hoy se ensamblan en la factoría de Figueruelas. / Jaime Galindo

Las auxiliares de Stellantis comienzan a moverse. Pese a que la multinacional no ha tomado todavía la decisión final sobre cuáles son las plantas en las que instalará su plataforma industrial para ensamblar vehículos eléctricos pequeños (conocida como STLA Small, que incluirá al menos el Corsa y el 208), el gigante de la automoción ha abierto la competición entre sus proveedores, varios de ellos aragoneses, para que empiecen a pujar para adjudicarse los componentes «más críticos» que formarán parte del ensamblaje de los coches eléctricos del grupo.

Así lo confirman distintas fuentes del sector de la automoción, que explican que se está siguiendo una estrategia de valoración presupuestaria para las auxiliares en la que se plantean múltiples escenarios de costes según las futuras ubicaciones de la futura plataforma de ensamblaje de urbanos, utilitarios y compactos de la multinacional que será imprescindible para no bajar la persiana de las distintas fábricas a partir de 2028.

Son varias las auxiliares aragonesas o con actividad en la comunidad que ya «cotizan» por la fabricación de estas piezas, sobre todo con proyectos que contemplan escenarios con la instalación de la STLA en Zaragoza y Vigo, dos de las mejor posicionadas para la atracción de la plataforma. Sin embargo, Francia también presiona para entrar en la ecuación mientras sigue apostando fuerte por África (dos nuevas fábricas en Egipto y Sudáfrica e inversiones en Kenitra). No será hasta el año 2027 cuando entre en funcionamiento la nueva operativa del grupo que pilota el portugués Carlos Tavares, pero en el mundo del automóvil las decisiones son estratégicas y de largo aliento, por lo que adaptar la producción de una fábrica según que piezas puede requerir hasta tres años de previsión.

En la jerga del automóvil, dicha forma de proceder se conoce como Request for Quotation (RfQ), algo así como concurrir o «aplicar» por los proyectos relacionados con los componentes críticos, como los ejes traseros o los interiores de los vehículos. Las citadas fuentes insisten en que las negociaciones se llevan «con la máxima confidencialidad» y subrayan que hasta la adjudicación de la plataforma «hay demasiadas cosas en juego».

Una inversión capital

Pese a que la gigafactoría de baterías es la inversión estrella que ansía Aragón para su epicentro de la automoción en Figueruelas, la plataforma industrial de los coches pequeños de Stellantis (eso es la STLA Small) no es ni mucho menos menor: sin ella, no habrá producción más allá de 2028. Diversos medios especializados y voces del sector señalan que la triple entente que forman las plantas de Figueruelas, Vigo y Pomigliano (cerca de Nápoles) parten en posición ganadora para llevarse la adjudicación compartida. Sin embargo, insisten en que no puede darse nada por sentado.

La factoría de Figueruelas parte con un fuerte apoyo público en forma de ayudas para que la plataforma del coche eléctrico recale en Aragón. El Ministerio de Industria concedió a la planta 54 millones de euros en la última línea del Perte VEC y el Gobierno de Aragón incrementó este año la tradicional subvención a la multinacional hasta los 10 millones de euros. n