Comicios el 9-J

Crónica política | La España que funciona y la que resiste: El PP elige Aragón como lanzadera para las europeas

El Partido Popular reivindica su gestión y señala el municipalismo como una de sus "señas de identidad", frente a un Pedro Sánchez que "resiste" pero "no gestiona"

En el acto de este miércoles en Zaragoza, los populares no se han mojado sobre cuestiones como el trasvase o la gobernabilidad en Huesca, aunque sí han apelado a la "conciencia" de Lambán

Elías Bendodo, coordinador del PP, este miércoles en Zaragoza con Chueca, Buj, Azcón y Orduna.

Elías Bendodo, coordinador del PP, este miércoles en Zaragoza con Chueca, Buj, Azcón y Orduna. / Laura Trives

Alberto Arilla

Alberto Arilla

España lleva muchos años sumando verbos que intentan dotar de significado a los quehaceres de sus ciudadanos y de su clase política. Uno de los primeros en dotarle de tal apostillado fue Vox, quien decidió patentar los despertadores y el esfuerzo de toda la población trabajadora del país, teniendo a bien su líder, Santiago Abascal, el asegurar que 'la España que madruga' estaba "de su lado". Ahora, el PP ha ido un paso más allá y ha presentado su nuevo y rimbombante eslogan, 'La España que funciona, de cara a los comicios europeos del próximo 9 de junio. Una idea que se contrapone a 'la España que resiste, pero que no gestiona'. Términos estos que ha usado este miércoles Elías Bendodo, coordinador general del PP, en Zaragoza, al referirse a la "no gestión" de Pedro Sánchez durante estos años, pese a que "resiste" en el poder.

En cualquier caso, para los populares la España que 'funciona' lo hace desde los municipios y los parlamentos autonómicos, ocupados en su mayoría por ellos, decididos a reivindicar su gestión en los ayuntamientos de todo el país para contraponer su modelo al de Sánchez. Hay que tener en cuenta que estas nuevas elecciones serán las cuartas del primer semestre del año, tras las gallegas, las vascas y las catalanas.

Un cuarteto de comicios que ha llegado tras la aprobación de la ley de amnistía, y que, a tenor de los resultados, no han ajusticiado al PSOE como el PP esperaba. En Galicia, los populares revalidaron su habitual mayoría absoluta. En el País Vasco, donde la amnistía es un tema que carece de fuerza electoral, y en una campaña en la que el terrorismo de ETA apenas salió a debate –los vascos son diferentes–, el PP logró subir un diputado, llegando a los siete, mientras que el PSE-E creció en dos, manteniendo así la llave de Gobierno, que revalidará el PNV. Y en Cataluña, el pasado domingo, el PSC logró un resultado histórico que le permitió afianzar su discurso sobre la concordia. Mientras, el PP logró un subidón hasta los 15 diputados, pero no logró que Vox desapareciese del mapa, su gran objetivo.

Todos estos antecedentes han marcado los paradigmas de una nueva campaña en la que los populares han decidido que, ahora, lo que tocaba era reivindicar su gestión. Y qué mejor punto geográfico para hacerlo que Aragón, un feudo que recuperaron tras ocho años, conquistando sus tres capitales e invistiendo 261 alcaldes en todo el territorio. Así, a 'la España que funciona' había que promocionarla por todo lo alto, con Elías Bendodo, hombre fuerte de Génova, asistiendo a un acto que tuvo como anfitriones a sus caras visibles en la comunidad, desde Azcón hasta Chueca, Orduna y Buj, las tres alcaldesas que se empeñaron en reivindicar el "municipalismo" como seña de identidad del PP.

Municipalismo y listas fantasma

"Raro es el municipio donde no hay una puerta con alguien del PP dentro", se aventuró a decir la turolense Emma Buj. Aquí habría que matizar, eso sí, que en muchos de esos pueblos donde el PP tiene presencia –al igual que el PSOE–, es gracias a las 'listas fantasma', tan perfectamente legales como éticamente cuestionables. Cuestión de cupos y votos para las comarcas y las diputaciones, pero que desde luego no representan los ideales del municipalismo.

Pero, más allá de tecnicismos sin importancia, lo cierto es que Aragón ha sido el emplazamiento elegido por el PP para dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral. Un honor que, eso sí, no sirvió para ahondar en la postura del PP nacional sobre el trasvase del Ebro, pues Bendodo espera que el Gobierno de Sánchez, el que "resiste pero no gestiona", dé el primer paso. Tampoco sirvió para conocer más sobre la crisis de gobernabilidad en Huesca, con Vox nuevamente al filo de la navaja.

Sí sirvió, por contra, para saber que el PP aprueba la "conciencia" de Lambán. También para saber que el 'procés' "no ha acabado". Y, por supuesto, para dar la bienvenida a una nueva campaña electoral, aunque oficialmente esta no empiece hasta el día 24. Pero no importa, pues la política española vive en una campaña constante desde hace años. Porque, de lo contrario, España no funciona.

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