Inicio de la campaña electoral

Aragón sueña con Europa en unas elecciones con mucho peso nacional

Bruselas es el premio, el territorio y el campo de batalla para romper las tendencias actuales, en el caso de la izquierda, o cimentar el cambio, para las derechas

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Las elecciones al Parlamento Europeo suelen ser las grandes olvidadas por la ciudadanía. El próximo 9 de junio, los ciudadanos de los países miembros de la Unión Europea están llamados a las urnas. Así que por delante, tras el tradicional inicio de campaña de esta madrugada, quedan quince días en los que PP, PSOE, Sumar, Vox y Existe buscarán su hueco en la política continental. Lo harán con la receta habitual de Aragón para impulsarse en el panorama nacional, exigiendo una mejora de las infraestructuras autonómicas, la conexión con Francia por el Canfranc y un mejor tratamiento para el sector primario, castigado por el clima en los últimos años.

Para la causa conservadora, el PP aragonés ha lanzado a la primera línea política a Borja Giménez Larraz, hijo menor de Manuel Giménez Abad, asesinado por ETA a comienzos de siglo cuando era el líder de los populares en la comunidad. Giménez Larraz tiene amplia experiencia en Europa, como asesor del PP Europeo, y se siente arropado tanto por el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, como por el autonómico, Jorge Azcón. La unidad en el PP, que vuelve a las calles contra Sánchez este domingo, es total y aspira a ser su caballo de batalla en este cambio de tendencia del juego político.

Precisamente unidad es lo que falta en el PSOE Aragón. La candidata, la oscense Rosa Serrano, no tuvo el apoyo de la mayoría de la militancia de la comunidad, pero sí el beneplácito de Ferraz, que es quien decide bajo mandato de Sánchez quién forma parte de las listas. Esa desunión fue ayer patente en el inicio de la campaña electoral: actos separados, con Serrano en Huesca y Lambán en Zaragoza. Azcón, por ejemplo, sí arropó a Giménez Larraz en el pistoletazo de salida desde la sede popular en la capital aragonesa.

Populares y socialistas son conscientes del marcado peso nacional que las elecciones van a tener para que el elector opte por una u otra papeleta. Rescatará, seguro, durante estos quince días el PP el tono duro contra Sánchez y volverá a igualar al PSOE de la comunidad con el que hoy está instalado en Moncloa. Es inevitable que las acciones del presidente del Gobierno salgan a colación, en las últimas jornadas marcadas por las discrepancias internacionales con Israel o Argentina, o la ley de amnistía que sobrevuela desde hace tiempo la política nacional formen parte del discurso.

En esta norma hacia los independentistas catalanes tienen otro punto de choque los miembros del PSOE autonómico. En Huesca gusta y comparten la visión de Ferraz de que es la mejor solución para el problema nacionalista en la comunidad vecina. Zaragoza y Teruel, alineadas con la dirección autonómica y su líder Javier Lambán, prefieren no opinar sobre el tema. Sí lo hizo, con su ausencia en el Senado y con sus declaraciones ante los medios, el secretario general y expresidente autonómico. Colaborará en la campaña, pero el recelo a las decisiones de Sánchez siempre está ahí.

Si Borja Giménez Larraz y Rosa Serrano parece que seguro serán parlamentarios europeos en tres semanas, en el alambre está Tomás Guitarte. Las encuestas empiezan a decir que Existe puede hacerse un hueco y cimentar el proyecto de la España rural y de ciudades de tamaño medio en Europa. El nuevo modelo que proponen desde la coalición puede convencer a muchos ciudadanos. La capilaridad –un centenar de partidos municipalistas se unieron al proyecto– y la lucha contra la polarización política pueden azuzar a los electores y llevar a Guitarte hasta Bruselas.

Más complicado lo tienen los representantes de Sumar Aragón. Miguel Martínez Tomey, elegido por Chunta Aragonesista, parte en el número 11 de la lista. Las previsiones más optimistas para la izquierda alternativa apenas le dan seis escaños, por lo que parece casi imposible que el aragonesista logre viajar hasta Bruselas en calidad de eurodiputado. La ultraderecha de Vox ni siquiera lo intentará, ya que no hay miembros de su partido en Aragón en los primeros puestos de la lista para las elecciones europeas.