El Casademont Zaragoza se despide de un Príncipe Felipe vacío recibiendo al tercer clasificado, el Lenovo Tenerife, con la única intención de ganar y esperar una carambola que le meta entre los once primeros o, al menos, le permita quedar con el mismo número de triunfos que aquellos que vayan a disputar la Champions para inscribir un mérito más en su candidatura a la invitación. La cita, diez días después de la Champions, dieciséis después del último partido de Liga Endesa, es este miércoles a partir de las 18.30 horas.

Ninguno de los dos, ni Casademont ni Tenerife, han jugado la última semana porque no tenían ningún duelo aplazado. Pero eso no es siempre bueno. A Luis Casimiro no le gusta que su equipo haya tenido que parar cuando tenía un elevado ritmo competitivo y estaba en un buen momento, aunque le ha servido para recuperar y descansar a sus jugadores. El técnico podrá contar con todos ellos, incluido Sulaimon tras el susto que dio en el entrenamiento del martes. Enfrente, el Tenerife llega después de caer en cuartos de final de la Champions y tras un tramo más irregular en la ACB, alternando victorias y derrotas en las últimas seis jornadas.

El equipo de Txus Vidorreta llega, no obstante, con los deberes más que hechos. Con 26 victorias acumuladas, nadie va a moverle ya del tercer puesto, lo que le permitirá ser cabeza de serie en el playoff tras firmar su mejor actuación en la fase regular. El equipo tinerfeño juega de memoria tras haber mantenido el bloque y el entrenador los últimos cursos, con la pareja Huertas-Shermadini como mejor ejemplo de ello. Su conexión es perfecta y ambos han brillado jornada tras jornada este curso. El exjugador del Casademont ha sido nombrado tres veces mejor jugador del mes.

El Casademont Zaragoza sí se juega algo, aunque clasificatoriamente tenga muy difícil alcanzar su propósito, que no es otro que volver a la Champions. Para asegurarse eso debería alcanzar el undécimo puesto, pues en principio son once las plazas europeas para la Liga ACB la próxima temporada. Sin embargo, es posible acudir también fuera de esas posiciones, bien porque alguno de los clasificados prefiera renunciar a su participación europea (opción menos factible), bien porque la BCL tiene cuatro invitaciones para repartir y la Liga española está muy bien considerada por la organización. Acabar con el mismo número de victorias que los equipos clasificados puede ser un factor más a favor del club aragonés para lograr una de esas Wild Cards.

Así que el equipo de Luis Casimiro debe ganar los dos partidos que le quedan para alcanzar los 16 triunfos y esperar, porque avanzar no depende de sí mismo. Todavía puede alcanzar puestos europeos, pero necesitará que le acompañen otros resultados, que el Morabanc Andorra pierda tanto en Badalona como frente al Gipuzkoa o bien que el Manresa gane al Baskonia y el Gran Canaria no sume ni frente al Valencia ni en Sevilla.

Lo único que depende del propio Casademont es terminar con las mejores sensaciones posibles y ser el equipo que ha sido desde la llegada de Luis Casimiro. Disfrutar de estas dos jornadas e intentar reglarse dos triunfos más que le dejen con 16 triunfos y lo más cerca posible de su objetivo para cerrar esta atípica temporada, sin público en los pabellones hasta ahora, y poder pensar ya en la siguiente. Después de un duro año no hay nada mejor que un buen final para, al menos, acabar con un buen sabor de boca.