Jaume Ponsarnau no puso excusas ante el mal partido de su equipo y confía en que sirva para hacerle reaccionar. «Hemos empezado llegando medio segundo tarde a muchas acciones, en ataque nada fluidos, no encontrando ventajas y cuando las teníamos encontrábamos jugadores que no tenían determinación. Y luego han sido muchos jugadores gestionando su frustración en lugar de entender que tenemos una responsabilidad, defender una camiseta, una profesión, un orgullo como profesionales. Hemos encontrado muy pocos jugadores que entendieran esto y a lo mejor jugadores que aún no tienen la calidad para jugar a un alto nivel. Lamentarnos, nos hemos dicho que esto no es una actitud adecuada para jugar en esta competición, que este no es un compromiso adecuado para defender nuestra profesión, que esto tiene que cambiar, que no tenemos que empezar los partidos a verlas venir, resumió el técnico, que también habló de las diferencias con los dos primeros partidos. «Es un tema de fuerza mental. En los dos primeros partidos encontramos viento de cara y en los siguientes que hemos encontrado viento de espaldas hemos sido muy frágiles. La clave es construir una fuerza, una madurez, una solidez».

El preparador del Casademont destacó, no obstante, que el trabajo y la actitud del grupo es buena. «La mentalidad en el trabajo es buena y el ambiente del grupo es bueno pero todo esto no es suficiente. El buen hacer entre nosotros debe encontrar compromiso y eso nos falta, y entender que no hay que ir a verlas venir, defender a distancia, sino al cuerpo porque esta Liga penaliza cuando no lo haces. Tenemos materia prima para hacerlo mucho mejor y eso depende de todos. La clave de esto es persistir, ser firmes e ir hacia adelante», explicó.

También habló Rodrigo San Miguel, muy crítico y autocrítico con el juego del equipo. «Hemos vuelto a cometer los mismos errores en el inicio de partido, porque en el minuto 5 ya vamos con desventaja de 8 o 10 puntos, ante rivales que en cuanto pones el pie en la pista se nos quieren comer y nosotros no podemos empezar así los partidos. Esto ha sido el principio de no estar, de cometer fallos de concentración, de intensidad y de no encontrar situaciones ofensivas claras. En definitiva, un partido para vérselo, aprender, trabajar sobre él y que no vuelva a pasar. Este partido tiene que ser un punto de inflexión», indicó el capitán.