La irregularidad que viene marcando la temporada del Casademont Zaragoza invita a subrayar las escasas opciones de victoria con las que, en principio, contaría el conjunto aragonés en su retorno a la competición para medirse al líder, el todopoderoso Real Madrid (20.45 horas). La envergadura del coloso y los problemas de autoestima de los rojillos convierten a los de Laso en claros favoritos, pero el Casademont promete vender bien cara su piel. «Queremos competir y ganar, y si lo hacemos con nuestra gente tenemos más posibilidades», apuntó este viernes el técnico Jaume Ponsarnau.

Opciones hay, sí, sobre todo porque el partido se disputa en un pabellón Príncipe Felipe que presentará un formidable aspecto a pesar de la decepcionante campaña de un Casademont que ha ganado tres de los cinco encuentros que ha jugado como local y que necesita reencontrarse a sí mismo y adquirir una dosis extra de seguridad y autoestima para poner tierra de por medio con el abismo y permitirse la licencia de soñar.

Mientras el club sigue buscando un base que ayude a paliar los eternos problemas en la dirección, el parón liguero debería devolver un Casademont más fiable y menos frágil. De lo contrario, la fortaleza del Real Madrid resolverá el litigio bien pronto. «El Real Madrid es más agresivo que otros años en defensa y cuenta con el jugador más determinante de la competición, Edy Tavares», resaltó Ponsarnau, que razona las diferencias del actual equipo blanco respecto a anteriores campañas. «Es un Madrid un poco diferente en cuanto a que es un equipo más físico y que quiere ganar desde ahí. Aprietan mucho el balón y eso les da la posibilidad de correr. Tiene mucho jugador de apretar mucho al balón y desde el éxito defensivo corren y corren mucho».

El club pedirá el certificado de vacunación y pide a la afición que acuda una hora antes

El Casademont Zaragoza reforzará el servicio de seguridad privada en los accesos a la instalación, a fin de dar fluidez a los mismos, aunque ruega a los aficionados que acudan con entre 60 y 30 minutos de antelación a la hora del partido para realizar el acceso «con tiempo suficiente y evitar esperas de última hora». Será el primer encuentro del equipo masculino en el que se deberá presentar el documento que acredite haber recibido la pauta completa de vacunación o haberse recuperado de la infección o una prueba negativa al acceder al recinto. «No se conservarán estos datos ni se crearán ficheros», recuerda la entidad aragonesa. 

Y esa velocidad añade complejidad para un Casademont obligado a hacerle frente. «Todo esto lo hace difícil porque tienes que romper su ritmo. Aún así vamos a intentarlo, el reto están en hacer las cosas bien», destacó el técnico rojillo, que considera que jugar contra un gran equipo es algo que conlleva «orgullo y ambición».

Ponsarnau, que avanzó que seguirá sin poder contar con Omar Cook y Santi Yusta para este enfrentamiento porque les falta ritmo competitivo, aunque «están más cerca de poder volver», cuenta con cierta ventaja. La que le otorga el posible cansancio acumulado por el rival, que disputará su segundo encuentro en 48 horas tras el intenso choque del pasado jueves ante el Maccabi en la Euroliga. «Tenemos un calendario muy exigente. En menos de 48 horas vamos a volver a jugar y lo hacemos en Zaragoza. Un partido difícil. Estamos un poco obligados a eso. A mí no me cuesta mucho pero aceptamos este calendario», aseguró Pablo Laso, entrenador madridista.

Para la cita, Laso podría recuperar a Randolph, que lleva toda la temporada lesionado, pero quizá aún no a Thompkins, en esa misma situación. «Es difícil que pueda entrar porque lleva pocos entrenamientos y todavía estamos un poco pendientes de la evolución de su rodilla». Además, Abalde está lesionado y el aragonés Alocén, después de recuperarse de una lesión en la espalda «le ha salido una cosa en el pie, que espero que no sean muchos días», dijo Laso, que destacó la defensa de su equipo. «Es donde más sólidos estamos». Pues eso.