La crónica del Casademont-Gran Canaria: otra fiesta en casa (81-68)

El Casademont Zaragoza sumó su victoria número 22 en la Liga Femenina Endesa, las mismas que la temporada pasada con dos jornadas por delante, en un partido que se le complicó ante el Gran Canaria y que resolvió a base de triples (15/29) a partir del momento en el que el duelo subió de temperatura por algunas acciones innecesarias de las jugadoras visitantes (81-68). La magnífica actuación de Ndour (19 puntos en 40 minutos sin descanso) no fue suficiente para frenar a un equipo más coral y mucho más acertado, sobre todo desde la larga distancia. Con Diallo inédita, solo Gervasini se quedó sin anotar y siete lo lograron desde más allá del arco, mientras que en el Gran Canaria solo anotaron sus cinco titulares y solo dos jugadoras del banquillo tuvieron una mínima presencia en pista. En definitiva, una buena victoria para continuar y afrontar lo que queda, las eliminatorias por el título.

En un partido de rachas, el marcador fue oscilando desde el principio de la mañana, primero con los cinco puntos de Mariona, luego con el 0-9 con el que respondió el Spar Gran Canaria, después con otro 5-0 del Casademont, más tarde con el 7-0 con el que el conjunto aragonés cerró el primer parcial por delante (20-15). El acierto local desde el triple fue la clave para sus parciales favorables, mientras que el factor Ndour lo fue para que el conjunto insular no solo aguantara sino que se marchara por delante al descanso (32-33).

La pívot internacional, recién regresada de su maternidad, firmó trece puntos sin descanso en los primeros 20 minutos. La escasa rotación visitante empezaba a hacer mella en el Gran Canaria, con las jugadoras dosificando esfuerzos, mientras que Cantero ampliaba su banquillo dando minutos incluso a Leyre Urdiain mientras reservaba a Diallo y su maltrecha rodilla. La producción aragonesa no estaba dentro sino por fuera, en los 7/15 desde el 6,75. Sin embargo, al equipo le faltaba algo de continuidad en su anotación y ajustar mejor el rebote defensivo.

Le siguió faltando esa continuidad al inicio del tercer cuarto, en el que le costó anotar e incluso falló lo más fácil bajo el aro para darle la vuelta, lo que permitió al Gran Canaria seguir mandando con pequeñas rentas. El partido se fue calentando con el enfrentamiento entre Fall y Leo y los gestos de Davis, la grada se encendió y el equipo reaccionó. Fue desde el triple, primero en manos de Holesinska para empatar a 41 y luego con dos de Fiebich y otro de la checa, cuatro consecutivos, como despertó la bestia dormida para volver a ponerse por delante. El tercero de la alemana puso los diez de distancia (55-45) por primera vez y la máxima llegó a los 15 (60-45).

Ese golpe, unido al cansancio acumulado por su escasa rotación, dejó aturdido al Gran Canaria, al que las piernas no respondieron como la cabeza y el corazón hubieran deseado. El equipo grancanario se equivocó al calentar y acelerar el partido porque le cayó encima todo el peso del Príncipe Felipe y eso fue demasiado. Aunque siguió intentándolo, el Casademont ya estaba cómodo y con una renta suficiente (llegó a los 17 puntos) como para controlar la situación sin mayores sobresaltos. En la fiesta del triple no podía faltar el de Leyre Urdiain para rematar la mañana y seguir sumando sensaciones y preparación para los playoffs.