El balance del Casademont Zaragoza: una temporada de lo más extraña

El Casademont Zaragoza ha cerrado la temporada con un buen sabor de boca por la victoria en Gerona y ese decimosegundo puesto que le va a permitir volver a competiciones europeas sin invitación, pero ha sido una temporada de lo más extraña y, sobre todo, una segunda vuelta en la que ha dejado la sensación de poder haber hecho algo más. Porque el equipo aragonés ha sido duodécimo de manera inapelable por sus resultados, pero en la gran mayoría de apartados estadísticos ha quedado muy por encima.

Por ejemplo, en valoración, el conjunto de Porfirio Fisac ha acabado noveno con una media de 90 créditos, los mismos que el Andorra, octavo, y mejorando los de Manresa y Murcia, que han sido mucho mejores que él en la pista y en la clasificación. Undécimo ha sido en puntos a favor con 82,3 por jornada de media, aunque su lastre han sido los encajados, 85,01 de promedio en todo el curso y 88,35 en la segunda vuelta por los 81,8 de la primera. Mejor aún ha sido en el capítulo de rebotes con una media de 35,8 por partido que le sitúan en quinta posición, tercero teniendo en cuenta los defensivos (25,8), solo superado ahí por el Barça (25,9) y el Real Madrid (27,5). En los ofensivos ha sido algo peor, el duodécimo (10).

En asistencias se ha quedado undécimo con 16,4 pero muy cerca del Andorra (16,6) y del Murcia (16,7). Aunque no ha destacado por su defensa precisamente, es séptimo en recuperaciones con un promedio de 7,8 por encuentro, las mismas que el Breogán, sexto. Y pese a perder intimidación por dentro con la salida de Hlinason, ha concluido décimo en tapones con 2,8. El Bilbao, con el islandés, ha sido segundo con 4,4, empatado con el líder, el Real Madrid. Eso sí, la única estadística colectiva que lidera es la más negativa, la de pérdidas. El Casademont ha acumulado un total de 504 balones perdidos durante la temporada, 14,8 por jornada.

También hay algún otro apartado en el que no le ha ido nada bien, como en el de triples, en el que ha sido el peor equipo de la competición con 7,7 canastas desde el 6,75 por partido. En cambio, su porcentaje de acierto ha sido el octavo mejor de la competición, un 35,1%. El equipo ha paliado esa escasez desde la larga distancia con un quinto puesto en tiros de dos y un promedio de 21,7 canastas por jornada con un 53,9% de acierto, el noveno mejor de la ACB. A pesar de sus fallos en las últimas jornadas, el Casademont ha sido el cuarto equipo que más tiros libres ha metido, 15,9 por jornada, aunque ahí su porcentaje le hace bajar hasta el decimotercer puesto con un 74%.

Así que sus números no han sido tan malos como algunas de sus actuaciones, que le han llevado a sumar solo cinco victorias en la segunda vuelta y a no aprovechar dos oportunidades únicas que le hubieran permitido vivir mucho más desahogado y aspirar a algo más que la salvación: frente al Andorra y contra el Granada, ambos en descenso, los dos en casa, para más inri. Una vez superados los numerosos problemas sufridos desde el verano hasta Navidades con idas y venidas de jugadores, la segunda vuelta se ha quedado algo escasa de juego y resultados. Al menos el equipo ha podido cumplir los dos objetivos fundamentales para el club: la salvación y la clasificación europea.