Los expertos coinciden en que no hay un nexo común en las causas de las muertes de tres esquiadores de distintas edades en Astún en un plazo de menos de una semana y que esta trágica secuencia de accidentes es fruto de la "fatalidad". Asimismo apuntan que las condiciones en que se encuentra la nieve «fuera de pistas», con capas heladas como consecuencia de las bajas temperaturas, podría ser una de las causas que están detrás de algunos de los accidentes mortales, en los que han perdido la vida un joven de Monzón de 19 años, un aficionado catalán de 71 y una mujer de Madrid de 63.

Los tres accidentes se han producido durante la práctica del esquí, pero ese es su único elemento común, pues cada uno de ellos ha tenido sus características propias. En el primer caso, el joven montisonense se hallaba fuera de pistas; en el segundo el hombre mayor pudo sufrir un problema cardiaco que le hiciera perder el control, y en el tercero se dio la fatalidad de que la esquiadora, antes de caer, colisionó con su marido y a continuación se salió de la zona esquiable.

Los tres fallecimientos están siendo investigados por la Guardia Civil, que emitirá informes técnicos para el juez de Jaca que instruye diligencias.

Posibilidad de hielo

Ricardo Abad, responsable de la Federación Aragonesa de Deportes de Invierno (FADI), hace hincapié en las dificultades que entraña esquiar fuera de pistas. «O se es muy experto o no se debe salir de los límites de la estación, porque si se sufre un resbalón o caída es muy complicado parar», avisa.

En su opinión, los tres fallecimientos de los últimos días son fruto de la «fatalidad» y de la «mala suerte». «A veces, el esquiador o esquiadora se sale de las pistas sin querer», continúa Abad, que advierte de que el esquí es un deporte de alta montaña y que factores como la gran afluencia, un despiste o la falta de pericia suficiente pueden provocar una caída.

Sin olvidar, añade Abad, que pueden formarse placas de hielo en determinadas pendientes, como ha advertido la Guardia Civil. De hecho, el instituto armado ya hizo la semana pasada un llamamiento a la prudencia, que ayer mismo fue reiterado por el propio Gobierno de Aragón.

«Pero hay que tener presente que las estaciones de esquí aragonesas son seguras al cien por cien», subraya. «Durante la temporada se realizan continuas labores de protección y mantenimiento de las pistas, que se repasan y revisan todas las noches y también antes de abrirse al público». «Es todo un engranaje que no se ve», afirma.

«Son tres accidentes sin un nexo en común»

«Son tres accidentes sin un nexo en común», subraya Andrés Pita, director comercial de Astún, que señala que «las pistas abiertas en la estación están en perfectas condiciones para el esquí». «Las que no lo están se cierran», precisa. Y añade que «fuera de pistas la nieve está dura e incluso muy dura».

De hecho, agrega, la estación lanza continuos mensajes para avisar del riesgo que entraña salir de las zonas acotadas para el esquí. «Los accidentes no se han producido por placas de hielo en las pistas», asegura Pita. 

Por otro lado, la Oficina de Información de la Montaña de Jaca advierte en su página de Facebook que "las condiciones son de nieve especialmente dura debido a la bajada brusca de temperaturas tras un episodio de lluvias”.