Eran las cinco de la mañana de septiembre de 2021 y un par de amigos, Luis y Pedro (nombres ficticios), regresaban a casa pues la noche ya había acabado para ellos en Zaragoza. Al menos, eso pensaban hasta que fueron cercados por unas diez personas junto al Centro Deportivo Helios. Uno consiguió salir corriendo, mientras otro fue desplumado. La investigación solo pudo identificar a uno de los atracadores que acaba de ser condenado a dos años y tres meses de prisión.
Todo comenzó cuando les pidieron un cigarro. Pedro se echó a correr y logró escapar del grupo, pero Luis se vio rodeado por esa decena de personas en la que un joven de 19 años y con antecedentes, Francisco Muñoz, llevaba la voz cantante. Tanto que le metió la mano en el bolsillo de su pantalón y le agarró del hombro para explicarle que no le pasaría nada si le entregaba su móvil y el dinero que llevaba encima.
En un momento dado, otro miembro del grupo le puso la zancadilla a Luis y este último cayó al suelo. En ese momento, le asaltaron para llevarse de sus bolsillos su Iphone, cartera, tarjeta de tranvía y 30 euros.
Por estos hechos, la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza ha condenado a dos años y tres meses de prisión a Francisco Muñoz como autor de un delito de robo con violencia. También le impone la indemnización de 503,33 euros hacia la compañía aseguradora Plus Ultra, que se encargó de indemnizar a Luis en su día.
Tanto el ministerio fiscal como la acusación particular, encabezada por el letrado Simón Lahoz, solicitaban tres años de cárcel para el acusado. No obstante, Lahoz pedía también una orden de alejamiento de 300 metros durante tres años.
Por su parte, la defensa, ejercida por Javier Elía, se amparó en la absolución de su cliente alegando la negación de los hechos y el delito que se le imputaba. Tanto es así que Francisco llegó a asegurar en la vista oral que aquella noche él no estaba la avenida Pirineos, sino que se quedó en su casa con sus padres y su primo, por lo que se trataría de un error de identificación.
Sin embargo, tanto Pedro como Luis lo reconocieron en la sala como “el que llevaba la voz cantante” y añadieron que llevaba una camiseta roja de los Bulls.
