Desvalijan once trasteros en una sola noche en el barrio de Torrero de Zaragoza

La jornada laboral de un taxista que reside en el barrio de Torrero de Zaragoza parecía que iba a acabar –como siempre– con una última carrera, pero no sabía que al llegar al garaje comunitario de su vivienda se iba a encontrar con una visita inesperada que no solo le iba a dar más trabajo sino también un disgusto. Esa fue la visita de los amigos de lo ajeno.

A eso de las 02.50 horas de este pasado viernes 13 de enero, este vecino de la calle Semblante Aragonés se dirigía a aparcar el vehículo en una de sus plazas cuando se dio de bruces con once puertas de trasteros forzadas y abiertas de par en par. Habían logrado acceder a ellos tras haber reventado previamente la cerraja de acceso al garaje.

Allí no había rastro de nadie y, pese a ello, ciertos objetos como bicicletas, patinetes, maletas o ventiladores estaban apoyados en las paredes como si los cacos esperaran a volver a por su botín. No pudieron regresar a por estos efectos porque este vecino se puso en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Hasta este bloque de viviendas se desplazó una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

A pesar de que pudieron salvar los efectos que se habían preparado para una segunda remesa –«los más baratos»–, los ladrones ya habían cargado un primer viaje en el que ya se habían llevado otras bicicletas de más valor –«las caras»– y una serie de herramientas tanto de uso manual como de uso eléctrico.

Los vecinos de este edificio ya barajan la posibilidad de instalar cámaras de seguridad para evitar este tipo de robos

«Los han pillado a mitad, no pudieron acabar el trabajo», señaló a este diario uno de los perjudicados. Este describió que los bombines de entrada al garaje y de las puertas de los trasteros habían sido reventados.

Ahora la comunidad de vecinos de este bloque de 32 pisos situado en Torrero baraja la instalación de cámaras de seguridad para evitar que se puedan repetir estos hurtos. No obstante, no será una decisión que solo tengan que votar los vecinos, ya que el inmueble pertenece a Zaragoza Vivienda, que cuenta con una importante participación.

Antes de la llegada del taxista que dio la voz de la alarma, su mujer ya había escuchado ruidos en el garaje a eso de las 02.00 horas, cuando se había levantado de la cama para acunar a su hija. Sin embargo, como estaba sola en casa, no bajó al garaje.