SUCESOS EN ARAGÓN

Un joven le desfigura la cara y le rompe la mandíbula a otro en Zaragoza

La brutal agresión se produjo en una terraza del paseo Calanda

Una discusión por algo que la Policía Nacional desconoce y está investigando acabó con uno de los participantes con la cara desfigurada y la mandíbula rota tras recibir una brutal paliza. La víctima ingresó en el hospital universitario Miguel Servet, mientras que el sospechoso acabó detenido.

Todo comenzó poco antes de la media noche en una terraza situada en el paseo Calanda, en el zaragozano barrio de Delicias. Los gritos hicieron que en la sala del 091 entraran varias llamadas que movilizaron a la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que al llegar varias patrullas se encontraron a la víctima inconsciente en el suelo. Estaba rodeado de un charco de sangre,

Mientras unos agentes atendían a la víctima a la espera de la llegada de la ambulancia, otros emprendieron la marcha detrás del sospechoso. Los testigos presentes en la zona señalaron por dónde se había ido corriendo y cómo iba vestido. Tras una batida encontraron al sospechoso, identificado como A. O., de 34 años y de origen marroquí, cuando estaba agazapado en un garaje de la calle Bolivia.

Ahora la Policía Nacional trata de saber a qué responde tanta agresividad, si se debe a una discusión por motivos personales o si detrás de la misma podría estar una deuda por una cuestión relacionada con el tráfico de drogas. No obstante, el delincuente quedó en libertad provisional tras pasar a disposición judicial como supuesto autor de un delito de lesiones graves.

A principios del mes de abril y también en el paseo Calanda tuvo lugar otra grave agresión. Un joven de 14 años sufrió una cuchillada en el cuello tras una pelea que se investigó por ser entre bandas latinas.

El sonido de las sirenas hizo que los menores que estaban participando en la reyerta hicieran una bomba de humo y consiguieran fugarse por las calles adyacentes. Solo uno, un joven de 16 años sí pudo ser arrestado gracias a la colaboración ciudadana que señaló cómo iba vestido y hacia dónde se había fugado. Llevaba una navaja encima, pero sin rastro de sangre, por lo que fue descartado que fuera el autor de la agresión, aunque sí fue detenido por riña tumultuaria.

Gracias a la gran cantidad de testigos, los agentes pudieron recuperar el arma empleada en la agresión que fue tirado en una alcantarilla de la zona.