SUCESOS EN ARAGÓN

El jurado declara culpable a Adil Lazizi de asesinar a su vecina de rellano en Zaragoza

Consideran probado que existió alevosía y ensañamiento en el ataque de este marroquí hacia la víctima

Las forenses acreditan la brutalidad del ataque del asesino del rellano: "La muerte era segura"

Homicidios revela que el asesino del rellano empleó una "violencia de mucha intensidad"

Adil Lazizi, de 47 años y nacionalidad marroquí, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Adil Lazizi, de 47 años y nacionalidad marroquí, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

Adil Lazizi fue declarado este lunes culpable de asesinar el 30 de mayo de 2022 a su vecina de rellano, Cristina Gil Lozano, en el rellano del número 8 de la calle Alegría de Zaragoza. El jurado popular ratificó su veredicto por unanimidad en todos sus postulados y los nueve miembros del pueblo elegidos para impartir Justicia consideraron probado que existió alevosía y ensañamiento en el ataque de este marroquí de 47 años hacia su vecina, a quien asestó una treintena de cuchilladas con una única finalidad: darle muerte. A partir de ahora será el turno de la magistrada presidenta del tribunal de jurado, Nicolasa García Roncero, quien dictaminará cuál es la pena privativa de libertad que corresponde imponerle al conocido como asesino del rellano.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular a cargo de Rafael Ariza piden una pena de 25 años de cárcel para Lazizi y, en el caso de la defensa ejercida por Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, solicitaron a la magistrada que su representado sea condenado a 22 años y 6 meses de prisión y así no recurrirán la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón. En paralelo, ambas acusaciones se negaron a que Lazizi conmute la pena por su expulsión de España porque el ahora declarado culpable se encontraba en situación irregular cuando perpetró el crimen; no se opuso Ariza a su expulsión del territorio nacional una vez las autoridades competentes le concedan el tercer grado penitenciario de aquí a unos años.

Precisamente, Lazizi disfrutaba de uno de estos permisos cuando decidió no volver más al centro penitenciario de Zuera, donde cumplía condena por asesinar en 2001 a una turista francesa en Madrid que se negó a mantener relaciones sexuales con él. Permaneció huido dos años de la Justicia hasta que el 30 de mayo de 2022 decidió que su nombre volviera a salir a la luz vinculado a un nuevo reguero de sangre tras la condena de 21 años de cárcel que ya arrastraba a sus espaldas tras el fallo de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid.

El objeto de veredicto se entregó este lunes al jurado en torno a las 12.00 horas y, pasadas las 18.00 horas, sus nueve integrantes ya habían ratificado todos los postulados por unanimidad. Todos ellos consideraron que Lazizi abordó de forma "sorpresiva", "repentina" e "inesperada" a la víctima cuando esta disponía a abrir la puerta de su domicilio, en relación a la alevosía que exige el delito de asesinato. El jurado no tuvo ninguna duda de que Lazizi evitó cualquier riesgo para su persona que pudiera proceder de la defensa de la víctima al acometerla de esa forma "sorpresiva".

Tampoco dudaron al responder sobre el ensañamiento porque sentenciaron que las 30 cuchilladas fueron innecesarias para acabar con la vida de Cristina, de modo que su finalidad era aumentar su dolor y sufrimiento. En este sentido se pronunciaron los agentes del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y las peritos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) durante la celebración del juicio, quienes coincidieron en que fue un acometimiento "sopresivo" y todas esas heridas incisas, punzantes e incisopudantes fueron infligidas en vida de la chica. "La muerte era segura", concluyeron las forenses.

La joven de 32 años perdió la vida como consecuencia de un shock hipovolémico derivado de las cuchilladas en la extremidad superior derecha (12), el tórax y el abdomen (9), la extremidad superior izquierda (4), el rostro (3) y el cuello y el hombro izquierdo (2). Especialmente reseñable fue esta última porque Lazizi llegó a cortar el hueso y, en la del abdomen, seccionó el riñón cortándolo en dos.

El jurado descartó por completo que Lazizi atacara a su vecina en defensa propia, tal y como él ha mantenido siempre desde que confesó el crimen al primer agente que llegó al número 8 de la calle Alegría. Durante la primera sesión del juicio, alegó que iba "bebido" y que fue Cristina quien le acuchilló primero, pero la prueba testifical y pericial han terminado por acorrarle.