SUCESOS EN ARAGÓN

Adil Lazizi, condenado a 25 años de cárcel por asesinar a su vecina de rellano en Zaragoza

Podrá ser expulsado de España cuando se le conceda el tercer grado penitenciario ya que su situación era irregular cuando asestó 30 cuchilladas mortales a la víctima

El jurado declara culpable a Adil Lazizi de asesinar a su vecina de rellano en Zaragoza

Las forenses acreditan la brutalidad del ataque del asesino del rellano: "La muerte era segura"

Adil Lazizi, de 47 años y nacionalidad marroquí, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Adil Lazizi, de 47 años y nacionalidad marroquí, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

Adil Lazizi ha sido condenado a 25 años de cárcel tras asesinar el 30 de mayo de 2022 a su vecina de rellano en el número 8 de la calle Alegría del zaragozano barrio de San José. La sentencia que ha redactado la magistrada presidenta del tribunal de jurado, Nicolasa García Roncero, argumenta que se trata de una pena "proporcional" y "adecuada" dada la crueldad y brutalidad del ataque que recibió la víctima: 30 heridas infligidas con un cuchillo de cocina que llevaron a las forenses a concluir que "la muerte era segura". La condena también incluye una indemnización en concepto de responsabilidad civil que asciende a un total de 300.000 euros entre los 90.000 para el padre, otros 90.000 para la madre y 40.000 para cada uno de sus tres hermanos.

Un jurado popular declaró culpable de asesinato a Lazizi hace apenas una semana en la Audiencia Provincial de Zaragoza, donde la prueba testifical a manos del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y la pericial a cargo de las forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) fue clave para acreditar que existió ensañamiento y alevosía en su vil acometimiento contra Cristina Gil Lozano. Así lo hace constar la magistrada en la sentencia, que también hace referencia a la reincidencia de este marroquí de 47 años porque en 2001 ya había asesinado a otra mujer en Madrid, concretamente, a una turista francesa que se negó a mantener relaciones sexuales con él.

Por estos hechos, la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid le impuso una pena de 21 años de cárcel y, precisamente, Lazizi aprovechó el tercer permiso penitenciario derivado de esta condena para no regresar más a la cárcel de Zuera y esconderse en ese piso del número 8 de la calle Alegría. Allí permaneció oculto casi dos años hasta que el 30 de mayo de 2022 decidió eregirse como protagonista de otro reguero de sangre al asesinar a su vecina de rellano. Por entonces, el ahora condenado se encontraba en situación irregular en España por lo que podrá ser expulsado del territorio nacional cuando se le conceda el tercer grado penitenciario.

Por este delito de quebrantamiento de condena ya fue juzgado a principios del pasado mes de julio, cuando aceptó el acuerdo entre la Fiscalía y su abogada que incluía una pena de nueve meses de cárcel ante el Juzgado de lo Penal número 7 de la capital aragonesa. Inicialmente afrontaba diez.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular a cargo de Rafael Ariza solicitaban que Lazizi fuera condenado a 25 años de cárcel mientras que la defensa, ejercida por Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, modificó sus conclusiones durante la última sesión del juicio solicitando que su representado fuera condenado a diez años de cárcel por un delito de homicidio con la atenuante de legítima defensa. No obstante, los nueve miembros del pueblo elegidos para impartir Justicia descartaron por completo que Lazizi actuara en defensa propia, tal y como él ha mantenido siempre desde que confesó el crimen ante el primer agente del Cuerpo Nacional de Policía que llegó al lugar de los hechos.

El objeto de veredicto se entregó el pasado lunes 18 de septiembre al jurado en torno a las 12.00 horas y, pasadas las 18.00 horas, sus nueve integrantes ya habían ratificado todos los postulados por unanimidad. Todos ellos consideraron que Lazizi abordó de forma "sorpresiva", "repentina" e "inesperada" a la víctima cuando esta disponía a abrir la puerta de su domicilio, en relación a la alevosía que exige el delito de asesinato. El jurado no tuvo ninguna duda de que Lazizi evitó cualquier riesgo para su persona que pudiera proceder de la defensa de la víctima al acometerla de esa forma "sorpresiva".

Tampoco dudaron al responder sobre el ensañamiento porque sentenciaron que las 30 cuchilladas fueron innecesarias para acabar con la vida de Cristina, de modo que su finalidad era aumentar su dolor y sufrimiento. En este sentido se pronunciaron los agentes del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y las peritos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) durante la celebración del juicio, quienes coincidieron en que fue un acometimiento "sopresivo" y todas esas heridas incisas, punzantes e incisopudantes fueron infligidas en vida de la chica. "La muerte era segura", concluyeron las forenses.