Un hijo acepta tres años de cárcel por intentar matar a su madre en Torrero

Existió «riesgo para la vida», pero ayer la denunciante amenazó con retirar la acusación

La progenitora ha renunciado a los 9.150 euros de indemnización por responsabilidad civil

Antonio Vixién Gómez Bounchareon, ayer, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Antonio Vixién Gómez Bounchareon, ayer, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

El lazo afectivo entre una madre y su hijo es tan estrecho que incluso permitiría perdonar al vástago a pesar de que este haya intentado darle muerte y existiera «riesgo para la vida». Esta situación quedó patente ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza, donde la madre que fue acuchillada por su hijo en el barrio de Torrero hace apenas un año quiso retirar la acusación contra Antonio Vixien Gómez Bounchareon, quien acabó dando el visto bueno a un acuerdo por el que fue condenado a tres años de cárcel. Este joven de 36 años reconoció los hechos como autor de un delito de lesiones agravadas por el que inicialmente afrontaba nueve años de prisión y no tendrá que abonar los 9.150 euros en concepto de responsabilidad civil porque su madre, Nupian, ha renunciado a ello.

La citada conformidad entre la Fiscalía, la acusación particular y la defensa a cargo de Carmen Sánchez Herrero, quedó negociada minutos antes de la celebración del juicio señalado ayer a las 10.30 horas. Con ello, el ministerio fiscal modificó su escrito de acusación provisional y matizó que Gómez Bounchareon no tenía como objetivo matar a su madre. De ahí el cambio de tipificación del delito desde un homicidio en grado de tentativa hacia unas lesiones agravadas.

Asimismo, la modificación del primer punto de las conclusiones provisionales también sirvió para incluir que el ahora condenado era un consumidor habitual de sustancias estupefacientes, de modo que se le terminó aplicando una atenuante analógica de drogadicción. También se eliminó la prohibición de comunicación con respecto a su madre y sobre él sí que pesa ahora una orden de alejamiento de 200 metros durante cuatro años.

Centro de desintoxicación

Solo tendrá que abonar las costas procesales y su abogada adelantó a la sala que solicitará la suspensión de la pena cuando su representado tenga plaza para ingresar en un centro de desintoxicación. La sentencia, dictada in voce por el magistrado presidente del tribunal provincial de la Sección Tercera, José Ruiz Ramo, es firme y las partes señalaron que no recurrirán el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).

Los hechos referidos se remontan a la última hora de la tarde del 23 de octubre de 2022. Madre e hijo protagonizaron una acalorada discusión en su vivienda ubicada en la calle Biescas porque la progenitora se negó a repararle su coche y le reprochó que no trabajara para asumir él sus gastos. En ese momento, Gómez Bounchareon se armó con una navaja e intentó clavársela en el cuello, si bien no lo consiguió porque entre medio de ambos se situó la abuela que, no obstante, ya no pudo evitar que sí se la clavara en el glúteo.

Lo cierto es que Noupian no murió de milagro porque sufrió una herida incisa de cinco centímetros que le hizo perder dos litros de sangre y estuvo a punto de entrar en parada cardiorrespiratoria. En su camino se cruzó el que desde entonces se ha convertido en su ángel de la guarda: Ángel Serrablo, enfermero en la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

No dudó en socorrerle con el kit de primeros auxilios que «siempre» lleva consigo y le practicó un torniquete que hizo de salvavidas. «El sangrado era muy profuso y abundante. Había que taponar porque cada segundo es vital», señaló Serrablo en declaraciones a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

Tanto es así que el informe elaborado por los profesionales del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) acreditaba que «existió riesgo para la vida» de Noupian hasta el punto de que, «con elevada probabilidad», habría fallecido como consecuencia de un shock hipovolémico si no hubiera aparecido en su camino de auxilio el enfermero policial.

La mujer tardó 80 días en recuperarse de las lesiones, de los cuales uno de ellos fue de ingreso hospitalario; 23, impeditivos y, 56, no impeditivos. De hecho, la indemnización en concepto de responsabilidad civil incluía 3.150 euros por las lesiones y 6.000 por las secuelas por un perjuicio estético ligero derivado de una cicatriz en la cara lateral del muslo. Terminó renunciando a este insumo.