SUCESOS EN ARAGÓN

El jurado declara culpable al asesino de Calatayud que se ensañó con un amigo al golpearle 30 veces con un extintor

Consideran que actuó con alevosía y ensañamiento para perpetrar otro delito al sustraerle la tarjeta de crédito y retirar más de 1.300 euros de varios cajeros

Descartan que actuara influenciado por el consumo de cocaína y/alcohol y la atenuante de confesión queda a interpretación del presidente del tribunal

Juan Andrés Gilgado León, este lunes por la tarde, tras conocer el resultado del veredicto en la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Juan Andrés Gilgado León, este lunes por la tarde, tras conocer el resultado del veredicto en la Audiencia Provincial de Zaragoza. / JAIME GALINDO

Un jurado popular ha declarado culpable de asesinato a Juan Andrés Gilgado León (España, 1985) con las agravantes de alevosía, ensañamiento y consumación de otro delito por asesinar a un amigo -José Carlos Pascual Valtueña (España, 1971)- al que golpeó más de 30 veces con un extintor en el pub Blue Lion de Calatayud. Los nueve miembros del pueblo elegidos para impartir Justicia han considerado probado por unanimidad que, la madrugada del 13 de agosto de 2022, Gilgado León atacó de forma "sorpresiva", "repentina" e "inesperada" a la víctima, aumentó "deliberada", "innecesaria" e "inhumanamente" su dolor y lo hizo para sustraer su tarjeta de crédito y retirar más de 1.300 euros en efectivo.

Con siete votos favorables y dos en contra, han descartado que el asesino actuara influenciado por el consumo de cocaína y/o bebidas alcohólicas, de tal modo que fue consciente de la responsabilidad de sus actos. Y, mientras que no tienen ninguna duda de que confesó el crimen en dependencias policiales, apostillan que "modificó" su declaración en el juicio porque alegó un estado de amnesia total desde tres días antes del asesinato. La aplicación de la atenuante de confesión, entonces, queda a interpretación del presidente del tribunal del jurado, el magistrado José Ruiz Ramo, que a lo largo de los próximos días dictaminará cuál es la pena a imponer.

Por todo ello, tanto el ministerio fiscal como la acusación particular a cargo de Juan Martín Calvente han solicitado una pena de 25 años de cárcel por el delito de asesinato y otros cinco años de prisión por el delito de estafa agravada. Las indemnizaciones ascienden a 180.000 y un millón de euros, respectivamente. La defensa a cargo de José Luis Melguizo, por su parte, ha interesado una condena de 20 años y un día de cárcel por el asesinato y otros 21 meses de prisión por la estafa.

El jurado apenas ha necesitado seis horas de deliberación desde que se le ha hecho entrega del objeto del veredicto pasadas las 10.30 horas. También se han opuesto, por un lado, a condederle el beneficio de suspensión condicional de la pena y, por otro lado, a su indulto total o parcial.

A falta de conocer la condena, el citado veredicto de culpabilidad pone punto y final a uno de los crímenes más burdos que han recogido las páginas de sucesos y tribunales de la prensa diaria aragonesa. Gilgado León propinó más de 30 golpes con un extintor a su amigo, a quien acometió por las "espaldas" sin capacidad alguna de que este último se defendiera del ataque. Como consecuencia del primer impacto, la víctima cayó al suelo, donde siguió recibiendo golpes con el extintor y con una botella de refresco al mismo tiempo que el ahora declarado culpable se hacía con su tarjeta de crédito.

Tal y como captaron las cámaras de videovigilancia instaladas en el establecimiento, Gilgado León le exhibía el documento hasta que consiguió el número PIN y le remató con otro golpe en la cabeza que le hizo morir como consecuencia de un traumatismo cranoencefálico del que poco más aportó el médico forense que le practicó la autopsia. Le abandonó allí durante más de 48 horas hasta que, a primera hora de la tarde del lunes 15 de agosto, se presentó en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para confesar los hechos.

Para entonces ya había retirado 1.310 euros en varios cajeros de Ibercaja, Cajamar y BBVA con la tarjeta de crédito de la víctima. La primera extracción, de hecho, queda fechada poco minutos después de perpetrar el asesinato, concretamente, a las 04.33 horas. Precisamente, las cámaras instaladas en estos locales también grabaron al criminal cuando retiraba el dinero en efectivo.

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