Condenado un asesino machista por pegar a un preso en la cárcel de Zuera

Carlos Peña Flores (España, 1979) cumple una condena de 25 años y ocho meses de cárcel en el centro penitenciario de Zuera por rociar con gasolina y quemar viva a su mujer en la localidad mallorquina de Alcudia. Pero su estancia en prisión no está pasando desapercibida porque, en junio de 2021, su celda se convirtió en un campo de batalla con una trifulca que inició su compañero –Sergio Segura Requena (España, 1983)– al golpearle en la cabeza con la prótesis de su rodilla. Ahora, el Juzgado de lo Penal número 7 de Zaragoza ha condenado a ambos al pago de 120 y 840 euros, respectivamente, como autores de un delito de lesiones.

Los dos presos ofrecieron versiones totalmente diferentes durante el juicio celebrado el pasado 15 de febrero. Mientras que Peña Flores indicó al juez que le pidió un cigarro a su compañero y este le arrinconó en la ducha golpeándole con una prótesis en la cabeza, Segura Requena sostuvo que fue el otro interno quien le intentó pegar con el palo de una escoba aunque acabó cayendo al suelo y golpeándose contra el váter.

Ante las declaraciones cruzadas de ambos procesados, el juez ha valorado el testimonio aportado por uno de los funcionarios del centro penitenciario. «La realidad es que ambos sufrieron lesiones y que, en el parte de incidencias del centro penitenciario, el funcionario que lo redacta hace constar que, cuando acuden a la celda, observan a ambos internos golpeándose mutuamente y proceden a separarlos», expone el fallo, contra el que todavía cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Inicialmente, el ministerio fiscal solicitaba una pena de un año de cárcel para Segura Requena y el pago de una multa de 480 euros para el asesino machista a tenor de las heridas que sufrieron uno y otro. Este último, defendido por la letrada María Luisa García Peñafiel, fue el peor parado en la disputada al sufrir dos heridas inciso contusas en la región parietal y varias erosiones en los brazos. A día de hoy, todavía le restan 17 años para abandonar el centro penitenciario de Zuera tras acabar con la vida de su pareja en junio de 2016.

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