SUCESOS EN ARAGÓN

El "hartazgo" vecinal vuelve a Épila tras casi 20 robos en un solo mes: "Esto no hay quien lo pare"

La asociación de vecinos contabiliza 28 golpes desde el inicio de año, a los que habría que añadir 30 recabados en diciembre

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Imagen de archivo de la localidad zaragozana de Épila, donde se contabilizaron casi veinte delitos a largo del mes de febrero.

Imagen de archivo de la localidad zaragozana de Épila, donde se contabilizaron casi veinte delitos a largo del mes de febrero. / SERVICIO ESPECIAL

Robos de cobre, de coches y de tractores, asaltos a centros educativos o establecimientos públicos como fruterías y actos vandálicos a base de incendios intencionados, rotura de puertas o ruedas rajadas de vehículos. Son algunos de los 28 ilícitos que contabiliza la Asociación de Vecinos de Épila desde que comenzara el año y que han llevado a la entidad a alzar la voz como consecuencia del repunte delictivo experimentado desde finales del mes de enero. Solo en febrero han recabado 17 golpes en la localidad a los que habría que sumar otros 30 robos cometidos entre el 4 y el 31 de diciembre. «Esto no hay quien lo pare», resume José Alfredo Polo, presidente de la asociación vecinal.

La lista que manejan desde la entidad no deja indiferente a nadie porque hay días en los que llegan a computar cinco ilícitos, tal y como sucedió el pasado 19 de febrero. Fueron tres robos a pie de calle, un cuarto en una tienda de alimentación y un quinto en una empresa proveedora de soluciones mecánicas para el sector de la elevación. Solo tres días más tarde, el 22 de febrero, robaron en una tienda y en la calle Arrabal y reventaron una puerta en el Cabezo de los Paños. Hicieron lo propio el 5 de marzo en un huerto e incendiaron diverso mobiliario doméstico en otro cabezo del municipio. El cableado eléctrico tampoco escapa de las manos de los amigos de lo ajeno con sendos robos cometidos el 28 y 30 de enero.

También figuran robos en corrales, en el colegio y en el instituto y diversos actos vandálicos como las cuatro ruedas de una furgoneta que aparecieron rajadas el 21 de enero cuando permanecía estacionada en la plaza de la Iglesia. Uno de los más llamativos resulta la sustracción de un tractor en una finca ubicada entre los términos municipales de Épila y de Muel y que apareció quemado en la escombrera. No escapan los desórdenes públicos con peleas y tentativas de atracos e incluso casos de violencia de género con la hospitalización de una mujer.

Esta retahíla de ilícitos provoca la sensación de «hartazgo», «miedo» y, en algunos casos, «pánico» que reina entre los vecinos de Épila. «Esto no se puede normalizar y esperamos que no vaya a mayores», sostiene el presidente de la asociación, quien incluso detalla el modus operandi al que recurren los delincuentes para perpetrar sus golpes. «Rompen el cristal, se van corriendo y, a las horas, vuelven y entran tranquilamente sin hacer ruido», expone Polo.

Mayor presencia de guardias civiles

Ante esta situación, ya han solicitado una reunión con el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, con la intención de trasladarle las mismas reivindicaciones que ya han puesto encima de la mesa en anteriores ocasiones. Una es «incuestionable», la mayor presencia de guardias civiles, pero volverán a incidir en otras propuestas como, por ejemplo, la vigilancia con drones por parte de la Policía Local o el aumento de las cámaras de videovigilancia para disuadir a los delincuentes. Desde el ayuntamiento coinciden en la necesidad de que reforzar la seguridad ciudadana con una mayor presencia de efectivos de la Guardia Civil porque, según explica su alcalde, Jesús Bazán, es «escasa».

Y es que llueve sobre mojado en Épila al hacer frente, desde finales del año pasado, a una escalada de delincuencia que comenzó con asaltos a primeras residencias y que derivó en robos en fincas agrícolas y otros establecimientos públicos. «No han parado de hacer robos», finaliza el presidente de la asociación de vecinos, que se niega a resignarse.

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