SUCESOS EN ARAGÓN

Homicidio en avenida Madrid: los forenses revelan que la cuchillada perforó el corazón y desencadenó un coágulo mortal

La víctima perdió la vida en menos de cinco minutos desde que su propia pareja le atacara con un cuchillo de cocina

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Juicio en Zaragoza: la homicida de la avenida Madrid no sabe cómo murió acuchillado su novio

Natalia Chiguachi, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Natalia Chiguachi, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

El cerco de culpabilidad que apunta a Natalia Chiguachi (Colombia, 1991) como presunta autora de la muerte de su pareja –Sliman Guiz (Argelia, 1997)– terminó por estrecharse este miércoles con la declaración de los médicos forenses que practicaron la autopsia al finado. Los profesionales del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) desgranaron las características de la cuchillada «mortal» que la víctima recibió en el hemitórax anterior izquierdo. Fue una lesión «francamente grave» al seccionar el sexto cartílago del arco costal y hacerlo de forma parcial con el quinto. Pero no fueron las heridas más graves porque el cuchillo atravesó la piel, el músculo, los arcos costales y la pleura hasta que alcanzó el pericardio y perforó el corazón. Como consecuencia de todo ello, se dejó de bombear sangre al resto de órganos hasta el punto de que se fue acumulando en el pericardio y desencadenó «un coágulo de gran tamaño».Todas estas pruebas llevaron a los forenses a descartar que se tratara de una muerte de naturaleza suicida o accidental para sentenciar que fue un homicidio.

La muerte, prácticamente, fue inmediata. Los forenses calcularon que no transcurrieron más de cinco minutos desde que Sliman recibió la cuchillada en el lado izquierdo del esternón hasta que cesaron «todas las funciones vitales». Y concretaron que, «a los pocos segundos», tuvo que desvanecerse por la gravedad de la herida. Su forma era «ovalada» y, su morfología, «incisopunzante».

No escatimaron los doctores en aportar detalles ante el tribunal del jurado, presidido por la magistrada María Soledad Alejandre. Al localizar manchas de sangre «por goteo» en el pantalón y en el empeine del pie de Sliman, no tuvieron ninguna duda en afirmar que la víctima se encontraba «de pie» cuando empezó a sangrar. También coincidieron con los agentes del Grupo de Homicidios al reseñar que la camiseta del finado había sido «manipulada» porque estaba del revés y recalcaron que la cuchillada requería «embestir con fuerza» el arma homicida. Incluso indicaron que Sliman carecía de heridas defensivas. «No parece que se pudiera defender», aventuraron.

El informe de autopsia también evidenció «múltiples equimosis» repartidas en diferentes zonas del cadáver como, por ejemplo, la cara, el cuello o los brazos. Quien también presentaba lesiones, pero «de escasa entidad», era la acusada con un total de 20 heridas de las que tan solo tardó en curar cinco días no impeditivos. Según los forenses, podrían deberse a «varios forcejeos en varias discusiones de varios días».

"Incompatibles con la vida"

La exposición de los médicos forenses fue completada con el interrogatorio de los cirujanos Val-Carreres y García Tirado al ratificar el informe forense y coincidir en que Sliman murió víctima de un «taponamiento cardiaco». «Las lesiones son incompatibles con la vida», resumieron los especialistas, quienes también hablaron del síndrome del tórax abierto como «un factor agravante» del cuadro cínico más allá del taponamiento cardiaco como causa del deceso. Ambos concretaron que el arma homicida tuvo que ser esgrimida con «una velocidad importante», en torno a los 10 metros por segundo.

A lo largo de la mañana de ayer también comparecieron los agentes de Policía Científica que recogieron restos de sangre del mango del cuchillo, de la camiseta de la acusada o de una toalla que estaba colgada en la puerta de la vivienda okupada en el número 273 de la avenida Madrid de Zaragoza. Y sus compañeros de laboratorio concretaron que esa sangre pertenecía a Sliman. La vista continúa este jueves con la lectura de los informes y el objeto de veredicto se entregará el lunes por la mañana a los nueve miembros del pueblo elegidos para impartir Justicia, que se encerrarán a deliberar sobre la culpabilidad o inocencia de Chiguachi. 

Mientras que la fiscal María Victoria Esponera en representación del ministerio público solicita una pena de 14 años de cárcel, la acusación particular a cargo del abogado Alejandro Giménez Planas eleva la pena privativa de libertad hasta los 15 años de cárcel por un delito de homicidio con la concurrencia de la agravante de parentesco. La defensa ejercida por Juan Carlos Macarrón, por su parte, interesa la absolución de su representada al considerar que actuó en legítima defensa.

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