Con un casco acristalado que le cubría toda la cabeza y una escenografía a modo de cristales de colores en el fondo del escenario, Eva Amaral no ha querido hacer esperar más al público zaragozano para salir al ritmo de Señales y arrancar el último concierto de la gira del grupo Salto al color ante 6.500 personas en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Y los espectadores han respondido como se esperaba, coreando y bailando ya desde ese primer tema las canciones de un dúo que, dos años después de lo previsto inicialmente, por fin podían materializar en su casa el cierre de una gira muy especial.

Juan Aguirre y Eva Amaral han sido los focos absolutos del concierto aunque muy bien arropados por la banda compuesta por Alex Moreno (batería), Pablo Fergús (teclista), Laura Rubio (corista) y Ricardo Esteban (bajista) quienes han sido los que, antes de que aparecieran los aragoneses, han ido ocupando el escenario anunciando que el concierto estaba a punto de iniciarse. Y, a partir de ahí, la locura más absoluta ante un público muy entregado tanto en la pista (donde la gente se ha podido seguir el concierto de pie) como en las gradas. El universo sobre mí, Marta, Sebas, Guille y los demás, Hoy es el principio del final y Bien alta la mirada han sido varias de las canciones que han sonado en el arranque de un concierto larguísimo (se fue hasta casi las dos horas y media en una noche muy especial para todos tal y como se notaba en el ambiente) en el que a Eva Amaral y al siempre concentrado Juan Aguirre se les ha visto especialmente cómodos.

Todo ante un set list de treinta canciones en el que no han faltado grandes clásicos como Días de verano, Hacia lo salvaje, Revolución y Moriría por vos, pero que se ha centrado, como no podía ser de otra manera en ese Salto al color, que salió publicado en 2019 y cuya gira partió por la mitad la pandemia de coronavirus. Así, han sonado, entre otras, Mares igual que tú, Ruido, Nuestro tiempo y Tambores de la rebelión.

En la entrevista que concedieron a este diario, tanto Juan Aguirre como Eva Amaral habían prometido que lo iban a dar todo para intentar dar un conciertazo y lo cierto es que no ha habido ninguna duda de que así había sido cuando las luces del escenario se han encendido cara al público para indicar que la gira más complicada del dúo había llegado a su fin. Antes, en ese tramo final, Eva y Juan habían descargado la adrenalina final con piezas como Sin ti no soy nada, Salir corriendo y Peces de colores y la gran sorpresa de la noche, la aparición de Mikel Erentxun para cantar junto a ellos Entre salitre y sudor.

A partir de ahora, los dos músicos van a parar y a preparar ya un nuevo trabajo que si todo va bien podría ver la luz a lo largo del año que viene aunque no les gusta hablar de plazos porque, al fin y al cabo, como dice Juan Aguirre, «somos muy impulsivos con las cosas que hacemos». Alrededor de 6.500 personas han sido testigos hoy de que en la música, normalmente, los impulsos de los artistas suelen ser buenos.