La banda catalana Dorian publica el próximo viernes, 22 de abril, 'Ritual', un nuevo álbum de una decena de canciones con las que se "reinventa" mezclando sonidos de Europa y América Latina y en las que mira hacia la sociedad, una sociedad en la que considera que se necesitan cambios.

"No vemos igual a los refugiados cuando son blancos y rubios que cuando tienen la piel tostada o del color del ébano", lamenta el vocalista del grupo, Marc Gili, en una entrevista concedida a Europa Press, en relación con esos cambios necesarios, entre los que urge a un debate sobre el microracismo actual en España.

En este contexto, advierte de que la crisis de refugiados de Ucrania por la invasión rusa ha puesto "claramente de manifiesto" este problema social "inconsciente" que, alerta, "nadie cree que tiene".

"Esto tiene que hacernos reflexionar", clama en una llamamiento a mantener la moral alta para producir los cambios necesarios en el mundo. Y es que, apuntar a problemas de la sociedad como este y reclamar acciones para paliarlos es, a su juicio, una responsabilidad "fundamental" de los artistas, y de los periodistas.

"Como artistas no podemos estar callados o hablando de otras cosas ante lo que ocurre en el mundo", defiende así el vocalista, para hacer hincapié en la importancia de ayudar a que las personas vean los sucesos actuales desde un punto de vista crítico.

Sin embargo, Gili avisa de que la industria va hacia "lo contrario" con "canciones que no hablan de nada pero llenan las radiofórmulas y las plataformas", al igual que los titulares de "click fácil" en los medios de comunicación.

Contra esta tendencia, Dorian pone su "granito de arena" en 'Ritual', que toca temas tan variados como el feminismo, la crisis económica del coronavirus, la libertad sexual, la obsesión por las redes sociales o el problema de la gentrificación en las grandes ciudades.

Giro hacia lo social

"Si bien antes Dorian era más introspectivo, en este ritual ha sido inevitable, por todo lo que ha pasado y está pasando en el mundo, volver la vista hacia la sociedad en forma de canciones y de letras", explica el vocalista de la banda.

Esto, señala, es muy necesario en una actualidad en la que si bien no cree que el mundo esté "perdido" --contrario a lo que reza el título de una de las canciones del álbum sobre los peligros de una sociedad dependiente de las pantallas--, sí considera que se vive una época en la que "la profundidad de los textos se encoge hasta convertirse prácticamente en telegramas".

"Lo apostamos todo a la imagen, al Instagram, a las plataformas audiovisuales... y esto nos empuja inevitablemente hacia la creación de masas acríticas", reflexiona, al tiempo que denuncia que el mundo parece abocado a la "desinformación".

"Pero no todo está perdido, aunque hace falta que se hable más de la desinformación y que se inocule desde la educación el interés por enterarse de lo que ocurre a nuestro alrededor", incide, en un deseo de "crear ciudadanos de verdad y no simples monigotes al servicio de quién quiera manipularles", como, lamenta, "ocurre en Rusia".

Diálogo entre Europa y América Latina

En cuanto al nuevo estilo de Dorian, Gili destaca que con 'Ritual' el grupo se ha acercado a ritmos lejanos de su reconocido sonido, pues ha planteado un "diálogo musical" entre Europa y América Latina.

Melodías caribeñas se mezclan con música house francesa, la chacarera del norte de Argentina conversa con los sintetizadores o beats brasileños fluyen con indie pop en las canciones de este disco, en el que la banda se ha "reinventado".

"Este ritual representa un nuevo comienzo y un amanecer creativo en la carrera de Dorian", asegura al respecto el vocalista, quien avanza que seguirán explorando en "la mezcla" y en "lo ecléctico": "En ello podría estar el presente y futuro de la música popular".

Esta conjunción de estilos se ha producido, en gran parte, gracias a la pandemia, una época en la que tanto Gili como el resto de componentes del grupo, Belly Hernández, Bart Sanz y Lisandro Montes, tuvieron el "tiempo suficiente para escuchar música de muchísimos lugares del mundo y drenarla en forma de influencias directas".

"Ritual es un producto directo de la pandemia, el parón mundial nos permitió absorber influencias que no habríamos tenido tiempo de absorber tan bien en la carrera del día a día en la cual Dorian suele estar", apostilla.

Tras ese parón y con el disco a punto de salir, el grupo ya se encuentra en su rutina de giras y está "más volcado que nunca" al haberse encontrado nuevamente con la "chispa y magia creativa de sus mejores momentos".

"Seguiremos dando guerra todo lo que se pueda", garantiza el vocalista de este grupo que lleva dos décadas en activo y se sitúa entre los más veteranos de la escena independiente española, un espacio que en los últimos meses ha recibido noticias de separaciones de bandas. "Son noticias tristes, tenemos una escena independiente sólida y necesitamos a ese talento activo, haciendo música", lamenta Gili.

No obstante, celebra que este año se han sacado trabajos indie "muy buenos", a los que se suma ahora 'Ritual', para el que pide una escucha de "cabo a rabo": "Es un viaje musical, todas las canciones --incluidas colaboraciones con Ana Mena, Pimp Flaco o Suu-- están interconectadas y empujan al oyente a un viaje a veces introspectivo y otras veces por el mundo, pero siempre musical".

Con la era 'Ritual' en marcha, Dorian vuelve a encabezar en los próximos meses algunos de los festivales más reconocidos de España, para llegar en noviembre al Wizink Center en Madrid y al Sant Jordi Club de Barcelona.