La Iglesia del Monasterio de las Canonesas Regulares del Santo Sepulcro acoge esta semana un ciclo de conferencias abiertas a la ciudadanía, con las que se quiere mostrar el importante patrimonio histórico-cultural de este edificio, declarado Monumento Nacional en 1893, Bien de Interés Cultural en 2002 e incluido en la lista genérica de Monumentos Mudéjares de Aragón considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001.

La orden de Canonesas del Santo Sepulcro lleva viviendo en esos muros, sin interrupción, desde que fue fundado el monasterio a finales del siglo XIII, es decir, hace más de 700 años. Es el monasterio femenino habitado más antiguo de Aragón y el segundo en España.

Este ciclo de conferencias, que se desarrollarán a las 19.00 horas desde este martes, 26 de julio, y hasta el sábado, día 30, forma parte del convenio que el Ayuntamiento de Zaragoza y las Canonesas Regulares del Santo Sepulcro firmaron el pasado año para impulsar la recuperación del Monasterio.

Este martes, el miembro del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Wifredo Rincón, hablará sobre la 'Historia de la Orden y del Monasterio del Santo Sepulcro de Zaragoza'.

El martes, 27 de julio, la historiadora del Arte y directora de la Asociación Territorio Mudéjar, Victoria Trasobares, abordará 'La arquitectura mudéjar en Aragón' y el miércoles, 28, la jefa del Servicio de Prevención e Investigación del Patrimonio Cultural y de la Memoria Democrática del Gobierno de Aragón, Abigail Pereta Aybar, sobre el 'Proceso de declaración del Mudéjar Aragonés como Patrimonio Mundial'.

Por su parte, el director de los Servicios de Arquitectura del Ayuntamiento de Zaragoza, Ricardo Usón García, tratará sobre 'Intervenciones de conservación-restauración en edificios históricos', el jueves, 29 de julio.

La historia de la ciudad

Finalmente, el sábado, 30, el arqueólogo Francisco de Asís Escudero Escudero, disertará sobre 'La muralla romana de Zaragoza'. Precisamente, el Monasterio del Santo Sepulcro está ubicado junto a la muralla romana.

En su interior, el cenobio resume la historia de la ciudad casi por completo, desde Roma hasta el XIX. En la parte oriental del casco urbano, se adosó a la cara interior de la muralla, de forma que en la actualidad conserva el mayor tramo existente en la ciudad, hacia la calle Asalto.

Guarda también elementos islámicos, como capiteles reaprovechados y inscripciones árabes en varios lugares del conjunto monástico, si bien o su personalidad fundamental es medieval, con un claustro, gótico-mudéjar.

Por su parte, el muro exterior que da a la calle Don Teobaldo es fruto de una reforma realizada por Ricardo Magdalena a finales del siglo XIX.