La segunda y última jornada del Vive Latino ha cumplido con creces con las expectativas generadas en el segundo escenario más importante del recinto. Desde por la tarde, el anfiteatro –ahora, como ya saben, reconvertido en Espacio Ambar– ha sido por segundo día consecutivo un escenario vibrante, a la altura de los artistas que durante todo el día lo ocuparon. El turno de tarde lo ha abierto Mikel Erentxun a las 18.15 horas, seguido de Iván Ferreiro y Café Tacvba. Rulo y la contrabanda es otro de los platos estrella de la jornada y, para culminar la madrugada, los mexicanos de Nortec Collective ofrecerán sus ritmos para que el ambiente no decaiga.
Sin duda, el plato fuerte del turno de la tarde noche lo han protagonizado los también mexicanos Café Tacvba. Los músicos de Naucalpan rememoraron los viejos tiempos en un espacio, el Anfiteatro de la Expo, que ya albergó sus letras hace 14 años, en 2008.
"Llegó el Café Tacvba para que todo el mundo le dé al taconazo como se debe". Así se han anunciado los mexicanos, con la misma energía que han demostrado a lo largo de todo su concierto. A partir de ese momento, las palmas, los cánticos y varias banderas mexicanas han sido una constante. Los diferentes ritmos que los Tacvba imprimieron no han dejado indiferente a nadie, desde sus versiones más próximas al rock hasta sus temas más alternativos.
Quien tampoco ha defraudado es Mikel Erentxun. Es más, se podría decir, sin miedo a equivocarnos, que ha superado las previsiones de forma holgada. Pese a lo intempestivo de su horario, con las altas temperaturas reinando sobre el resto de cosas, el cantante donostiarra ha logrado una buenísima entrada que fue 'in crescendo' conforme avanzaban los minutos. Así, y pese a que al inicio la gente todavía se mostraba algo tímida, a partir de su segundo tema, 'Mañana', el público se ha entregado. Apenas se apreciaban espacios a pie de pista y en las gradas.
Aunque, eso sí, es de justicia reconocer que han sido los temas de los ya extintos Duncan Dhu los que despertaron más pasiones. 'Hoy te esperaré', 'Rozando la eternidad', 'Una calle en París' o, sobre todo, 'Cien gaviotas', lo han ejemplificado bien. Un anfiteatro entregado a un Erentxun pletórico.
No se ha quedado atrás el espectáculo que Iván Ferreiro ha ofrecido desde las 20.00 horas. "Voy a hablar muy poco para meter canciones, ¿os parece?". Con esta declaración de intenciones del propio Ferreiro se puede resumir su concierto, que cuando ha llegado a su cénit, con 'Años 80', ha despertado una sensación irrepetible entre el respetable. Casi una hora de música frente a una pista –llena de esquina a esquina, por cierto– entregada. El gallego ha salido, ha brindado ante su público y ha ofrecido una actuación sensacional. Ni siquiera los contratiempos hicieron mella en el 'show', con un bajista, Marc, prestado por Carlos Sadness, quien ha actuado minutos atrás en el Nautalia.
En cualquier caso, tanto Ferreiro como el resto de conciertos han dejado muy claro que el Vive Latino ha llegado para quedarse, y que este anfiteatro está para mucho más que para almacenar polvo.
