El Periódico de Aragón

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Guardando las distancias: Un (gigante) hombre sin más

Ni Labordeta era un hombre sin más ni su vida fue la de una persona cualquiera

Juana de Grandes, con sus hijas, en el documental.

No han transcurrido ni diez minutos del documental y uno, desde la discreción de su butaca, gira la cabeza para ver al resto de espectadores de una sala llena en los cines Palafox. Lo que se encuentra son un buen número de ojos llorosos y entre los más enteros, la piel erizada. Acaba de estrenarse 'Labordeta, un hombre sin más', y como si (casi) no hubiese pasado el tiempo, la gente ha vuelto a arropar la figura de José Antonio Labordeta en un documental dirigido por Gaizka Urresti y Paula Labordeta en el que se ahonda en la faceta más humana del cantautor, escritor y político.

En los algo más de 90 minutos que dura el largometraje, el espectador sufre embates desgarradores como el que le sacude el cuerpo oyendo a Juana de Grandes leer parte del diario recién encontrado del Abuelo en el que en un quejido hondo y dolido se confiesa deudor infinito de su mujer y su hija.

'Labordeta, un hombre sin más', narra la vida de la persona, pero sobre todo da buena fe del aspecto más personal, filosófico y hasta temperamental de un, como se califica ya en el título, un hombre sin más.

No fue una persona cualquiera

Pues lo siento, pero no. Ni Labordeta era un hombre sin más ni su vida fue la de una persona cualquiera. En sus espaldas recayeron muchas cosas (quizá alguna más de las que podía asumir) y eso es lo que desvela un documental en el que brilla el trabajo musical utilizando como hilo las canciones del cantautor. Y en el que, además y sobre todo, destacan las confesiones de Labordeta y, sobre todo, de una Juana de Grandes que, desde su entereza, recuerda muchos de los momentos vividos con él.

Se trata de un documental que llegó a los cines el 23 de septiembre sin posibilidad de hacer mucho ruido (ya saben, las guerras para que una producción con presupuesto pequeño pueda tener su espacio en la cartelera), pero los números cosechados son bastante halagüeños, el fin de semana ya había superado los 14.000 espectadores y se había situado como el documental más visto en la cartelera nacional y hay quien ya piensa incluso en los Goya.

Experiencias de amistad

Más allá de lo que pueda venir (o dejar de venir), la fortaleza de este proyecto audiovisual de la Fundación José Antonio Labordeta es que ha vuelto a poner en el primer plano la figura del escritor, político y cantautor, tan añorado en los tiempos que corren y un ejemplo de honestidad a pesar de todas las circunstancias. Además, los 90 minutos son un buen momento también para escuchar las experiencias que vivieron sus amigos con él y para que los expertos desgranen de manera concisa todo ese pensamiento que le rodeó, desde la poesía de Miguel Labordeta hasta el nacionalismo aragonés y su configuración especial.

El día que conocí a José Antonio Labordeta hace ya muchos años cuando empezaba en esta profesión, lo primero que me preguntó al sentarnos en una mesa para iniciar la entrevista fue, «¿y tú, de qué pueblo eres?». Directo, conciso, haciendo evidente que le importaba más la cercanía que cualquier pregunta que le pudiera hacer. De hecho, luego me dejó claro (o eso he interpretado años después) durante la conversación que mantuvimos aquí en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN que era un hombre cercano al que quizá hasta le chirriaba que alguien quisiera entrevistarle por ser simplemente él. Labordeta, un hombre sin más. Aún tienen la oportunidad de verla en los cines. No la desaprovechen. 

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