el arte y la tecnología se dan la mano

La muestra de Goya en la Lonja marca el camino a las exposiciones del futuro en Aragón

'Yo soy Goya, la Zaragoza que viví' evidencia el enorme potencial de las nuevas tecnologías en los proyectos expositivos, a los que se les abre un mundo de posibilidades con hologramas y realidades virtuales

Manuel Redondo y Augusto González han impulsado recientemente Music of Monuments, la firma que ha aplicado las nuevas tecnologías en la muestra de Goya.

Manuel Redondo y Augusto González han impulsado recientemente Music of Monuments, la firma que ha aplicado las nuevas tecnologías en la muestra de Goya. / ANDREEA VORNICU

Rubén López

Rubén López

Las exposiciones del futuro se parecerán poco a los formatos tradicionales de la actualidad. Las nuevas tecnologías van a revolucionar la forma de difundir las propuestas artísticas, así como todo el patrimonio histórico y monumental. Un futuro que poco a poco empieza a ser presente como se puede comprobar estos días en la Lonja de Zaragoza. La exposición 'Yo soy Goya. La Zaragoza que viví' es un claro ejemplo del enorme potencial que todas estas nuevas aplicaciones tienen en las exposiciones, a las que se les abre un mundo de posibilidades. Realidad virtual y aumentada, proyecciones audiovisuales en 360 grados o experiencias inmersivas son solo algunos de los términos que poco a poco se irán democratizando en el sector.

«Las posibilidades son enormes y está todo por hacer», reconoce Augusto González, responsable junto a Manuel Redondo de Music of Monuments, la empresa zaragozana que se ha encargado de aplicar las nuevas tecnologías en la exposición de Goya en la Lonja. La muestra es totalmente innovadora en este sentido y ha echado el resto para que el visitantes entre directamente en el mundo y la personalidad del genio de Fuendetodos. De hecho, la muestra incluye hasta un holograma del pintor a tamaño real con el que incluso se puede conversar. 

«Lo cierto es que nunca lo habíamos visto en una exposición, pero nos pareció interesante que los visitantes pudieran charlar con Goya y realizar una especie de viaje en el tiempo», explica González. Para ello se han valido de una 'tablet' sensitiva en la que aparecen preguntas que el holograma contesta con las grabaciones realizadas previamente. «Lo que queríamos era conectar con el público de una forma más actual y que Goya pudiera contar sus vicisitudes de forma más desenfadada», apunta el también miembro del grupo b vocal, que añade que en un futuro también se podrá aplicar la inteligencia artificial GPT y el lenguaje predictivo en este tipo de holografías. «Nuestro departamento de I+D ya está desarrollando esas funcionalidades para proyectos futuros», destaca.

La gran pantalla en la que puede verse el audiovisual de Goya en la Lonja.

La gran pantalla en la que puede verse el audiovisual de Goya en la Lonja. / ANGEL DE CASTRO

La joven empresa zaragozana también ha unido el arte con la tecnología en el audiovisual de 18 minutos que ha grabado para la exposición 'Yo soy Goya'. Un corto en el que el propio Augusto González interpreta al pintor aragonés para contar los momentos más importantes de su vida: «Lo rodamos durante casi siete horas en la casa natal de Fuendetodos y recuerdo que hacía un frío increíble». Junto a las dos pantallas curvilíneas y enfrentadas entre sí, lo que crea un efecto envolvente, se ha instalado un sillón de época fernandina en el que el visitante puede sentarse para que Goya le hable de forma personalizada. Durante la historia, además, van desfilando en movimiento los cuadros del pintor a gran definición, acompañando visualmente el desarrollo del texto cinematográfico.

Como destaca González, todos estos elementos tecnológicos pueden enriquecer mucho las exposiciones del futuro y acercarlas a las nuevas generaciones: «Hay gente que no acude a los museos ni visita el patrimonio histórico, pero con estas nuevas herramientas podemos romper esa barrera con los más jóvenes». 

Diferentes aplicaciones

La tecnología revolucionará también las visitas a los monumentos y las rutas para conocer el patrimonio histórico-artístico. De hecho, Music of Monuments ya baraja proyectos para trabajar en todo el país. «Lo que se busca y lo que perseguimos nosotros es darle vida a las piedras y al arte en general. Incluso hemos presentado nuestro trabajo en ferias como Fitur», incide González, que reconoce que tras la exposición de Goya se han multiplicado las propuestas desde instituciones públicas y empresas privadas. 

«Lo que sí creo que es importante es que las empresas desarrolladoras conozcan el sector, como es nuestro caso, ya que ambos venimos del mundo de la creación y del espectáculo», subraya González, que apunta que este nuevo sector aún no está muy saturado. 

Con todo, la tecnología sí que está cada vez más presente en las exposiciones y actividades artísticas que se programan en nuestro país. No hay más que ver las muestras sobre el pintor Joaquín Sorolla o sobre el faraón Tutankamón que se pueden ver estos días en Madrid. El CaixaForum Zaragoza también acoge hasta el 16 de abril 'Symphony', una experiencia musical inmersiva de la mano del director de orquesta Gustavo Dudamel, por no hablar de la exposición inmersiva sobra Goya que se celebró en Granada en el año 2021. Ejemplos, todo ellos, que demuestran que el arte y la tecnología se seguirán dando la mano en el futuro. Eso sí, sin perder nunca de vista lo elemental en cualquier exposición: la obra de arte en sí misma. 

La exposición de Goya suma ya cerca de 15.000 visitantes

La exposición ‘Yo soy Goya. La Zaragoza que viví, 1746-1775’ está siendo todo un éxito de público. De hecho, en apenas doce días ha logrado atraer ya a cerca de 15.000 visitantes hasta la Lonja. La muestra propone hasta el próximo 25 de junio un viaje a la Zaragoza del aragonés más universal, un entretenido y didáctico paseo por los paisajes, las casas y los escenarios donde el artista apuró al máximo sus primeros 29 años de vida.

Así, la exposición no presenta al afamado pintor de corte, sino a aquel hombre que se tuvo que buscar la vida para sacar adelante a su familia. Por eso, la muestra no pivota sobre las grandes obras del genio de Fuendetodos, sino que se detiene en lo que significó «Zaragoza para Goya y Goya para Zaragoza». Para ello se vale de las nuevas tecnologías e incluye por ejemplo un holograma de Goya a tamaño real con el que incluso se puede conversar. Con todo, la muestra reúne obras de gran importancia procedentes de varios museos y colecciones particulares, como es el caso del retrato de la Infanta María Teresa de Vallabriga a caballo, que procede de la Galería de los Uffizi de Florencia, o el último autorretrato de Goya.