"EFERVESCENCIA" EN EL 30 ANIVERSARIO DEL PIRINEOS SUR

Crítica de Javier Losilla: La bomba electrocaribeña y los jóvenes bailadores pirenaicos

Bomba Estéreo y Muerdo fueron las figuras que inauguraron el cartel del festival este pasado viernes, agrupando una sorprendente cantidad de público juvenil

Bomba Estéreo fue la figura inaugural de la velada, con sus juegos de luces, su vestuario llamativo y ritmos caribeños efervescentes.

Bomba Estéreo fue la figura inaugural de la velada, con sus juegos de luces, su vestuario llamativo y ritmos caribeños efervescentes. / JAIME ORIZ

Javier Losilla

Javier Losilla

No les voy a cantar 'Bella Ciao', pero esta mañana me he despertado con el ritmillo de 'Un veneno,' de C. Tangana, en la cabeza. Ya saben: “Lo hice por ti, lo hice por ti…” Que cosa tan rara, después de haberme pasado la noche anterior bailoteando con las canciones de Bomba Estéreo en el Auditorio Natural de Lanuza. Pero así funcionan las conexiones neuronales, oye, y seguro que alguna relación existe entre Tangana y Li Saumet, esa gran sacerdotisa del ritual electrocaribeño que lidera el combo colombiano.

Bomba Estéreo actuó por primera vez en Pirineos Sur en 2012 y aquel concierto no estuvo a la altura de sus posibilidades y de su talento. Pero de aquello, amigos, hace 11 años y ese tiempo Saumet y sus colegas le han dado la vuelta a su propuesta de directo, y ahora, musical y visualmente están a años luz de aquel estreno en Lanuza. Y un detalle añadido no baladí: el público que el viernes acudió al concierto de Bomba Estéreo (unas 4.000 personas) era, mayoritaria y descaradamente joven, asunto que debe de ser tanto motivo de gozo como de reflexión. Hace 11 años los seguidores de Bomba Estéreo eran, básicamente, aficionados a lo que imprecisamente se convino en llamar músicas del mundo. No digo que no fuese gente joven e incluso “jóvenes pero torpes", como comentó divertidamente Lorena Gonzalvo, la encargada de prensa del festival; pero hay que convenir que el grueso de chicos, chicas y chiques que habían dejado la adolescencia para dedicarse a sus asuntos estaba por otro tipo de ritmos. Mundiales, pero no del mundo.

Así que esas tenemos: una década después de aquellos comienzos de Bomba Estéreo, el grupo atrae a su elaborado proyecto musical a espectadores que probablemente son fieles del trap, del reguetón y de todos esos meneos que tan nerviosos ponen a la vieja guardia (“lo hice por ti”). Y es que un poco de eso y más (de la cumbia a la champeta criolla, pasando por los latineos de penúltima generación) transitan por las canciones de esta bomba de ritmo y color, comprometida con los asuntos conservacionistas y de comunión con “la madre tierra”. La actuación comenzó visualmente potente, pero musicalmente discreta, mas fue subiendo de nivel según avanzaba y los coros del público animaban el ambiente. En el repertorio, de 'Pájaros' a 'Ojitos Lindos', pasando por 'Somos dos', 'To My Love', 'Me duele', 'Romántica champeta', 'Tamborero', 'Fiesta', 'Fuego', 'Soy yo'…

Y la velada fue subiendo de temperatura, pues la fuerte tormenta de viento y lluvia previa a la actuación dejó una noche brillante pero fresquita. Velada que abrió el murciano Muerdo, cuya propuesta musical carga demasiado las tintas en ese reggae de respuesta fácil. Tiene canciones interesantes que están pidiendo saltarse algunos patrones algo redundantes. Podría ser el recambio de Macaco, pero para eso debería reformular su repertorio. Claro que, si le  va bien como está, adelante con la marinera, esa sabrosísima tapa murciana. ¡Dale, chacho!