Zaragoza, la capital mundial del folclore

“Con este evento, queremos transmitir una imagen coloreada de intensos tonos de paz, llena de multiculturalidad en Zaragoza. Gracias a este encuentro de música y baile, procedentes de diferentes lugares del mundo, queremos convertir a la ciudad en la capital mundial del folclore en su máxima expresión. El Eifolk tiene un lema claro: vivanlo. Lo vivan, lo disfruten y verán que esta cita cultural es un elemento reconstituyente para la salud y el cuerpo humano”. Estas son las palabras con las que el presidente de la asociación cultural Raíces del Folklore Aragonés, Ángel Martínez, ha cerrado este jueves la presentación de la 32ª edición del Encuentro Internacional de Folclore, una cita tradicional que conecta la capital aragonesa con varias naciones del planeta a través de la cultura musical y la danza.

Para esta, su trigésimo segunda celebración, se ha contado con un total de diez grupos, provenientes de seis naciones distintas como Sudáfrica, Ecuador, China y, por supuesto, España. El ritmo de las presentaciones de cada una de las compañías de baile, realizadas en la Plaza del Pilar, ha resultado en una coordinación fluida, colorida y llena de pasión. Sin embargo, esto ya era algo que se ha podido notar desde el desfile previo presentado en la calle Alfonso. 

El festival Eifolk ya colorea el centro de Zaragoza

El característico pasacalles ha comenzado con sus preparativos alrededor de las 11.10 horas, y los nervios ya se han plasmado a flor de piel entre los distintos integrantes de las compañías, las cuales han ondeado las banderas de sus países con orgullo mientras vestían las indumentarias más acordes para la ocasión. 

Convergencia de seis naciones

La pasarela ha comenzado con el grupo Amazebra de Sudáfrica y sus atuendos tribales hechos de piel, seguidos del Grupo Folklórico Tungurahua de Ecuador con sus sombreros de paja toquilla y sus ponchos. La fila ha continuado con el Conjunto de Música y Danza Carrington de China y sus trajes tradicionales ‘hanfu’ de un color rojo intenso, así como la apasionada compañía de Ballet Folklórico Bajo Paz de Bolivia con sus coloridos trajes tunki y sus gorros de punta. Como plato final, han destacado el grupo Huayra Muyoj de Argentina con sus trajes gauchos de color blanco y España, representados en este caso a través de las compañías Raíces y Baluarte Aragonés, con sus icónicos trajes joteros. 

Una selecta gama ornamental que finalmente ha comenzado con su andadura musical cuando el reloj ha marcado las 11.30 horas. Si hay dos países que han destacado desde el primer momento esos han sido Argentina y Bolivia con sus apasionados ritmos sudamericanos. Argentina ha representado un orgullo ‘wacho’ a través de sus cánticos, acompasados por las flautas de Pan, las guitarras y los tambores; mientras que Bolivia ha marcado el ritmo de sus charangas con la flauta dulce y sus imparables bailes y estrofas. En la calle Alfonso no ha parado de resonar ‘Con las manos, con los tacos, bailamos al son de la fiesta’, para acabar concluyendo su marcha con un ardiente grito que ha expresado: ‘¡Viva Bolivia!’. 

El resto de naciones tampoco se han dejado amedrentar, sino que han complementado el pasacalles con la misma energía e, incluso, con algo de espectáculo. Tales han sido los casos de Sudáfrica, quienes han encarnado el poder y la fiereza con una dosis frenética de saltos y acrobacias (dando espacio también a sintonías más rítmicas y tranquilas, por supuesto), así como China, que han acompañado sus refinadas danzas con varias serpentinas en forma de dragón que han sobrevolado las callejuelas. 

La guinda del pastel para esta jornada la han puesto Ecuador, con unos alegres coros que han animado a todo el público presente, y España, que ha hecho resonar sus castañuelas, guitarras y bandurrias por toda la zona. De esta manera, se pone fin un año más al tradicional desfile multicultural aunque, por supuesto, el encuentro folklórico no acaba aquí. Para aquellos que deseen ver de nuevo en acción a las compañías de esta edición, podrán hacerlo los días 1, 2 y 3 de septiembre en la Sala Mozart del Auditorio, donde volverán a deleitar al público con sus bailes tradicionales para consolidar a Zaragoza, una vez más, como la capital del folclore.