NUEVOS VALORES DE LA MÚSICA ARAGONESA

Ixeya, la magia de orbitar en la música aragonesa

El dúo zaragozano, ganador del reconocimiento a mejor EP en los pasados Premios de la música aragonesa, arrastra toda una vida de dedicación en el ámbito musical

Miriam Carbonell y Eli López, Ixeya, están creciendo día a día en la música aragonesa.

Miriam Carbonell y Eli López, Ixeya, están creciendo día a día en la música aragonesa. / EL PERIÓDICO

Alba Ortubia

En noviembre de 1990, Miriam Carbonell llegó al mundo en la localidad zaragozana de Santa Engracia. A este nacimiento le seguiría el de Eli López, otra niña que vendría a engordar el reducido número de habitantes de la localidad taustana. Las madres, amigas desde la infancia, vieron como sus hijas tejían el mismo vínculo de amistad que les había unido a ellas. Compañeras de guardería, las dos niñas que aprendieron a hablar juntas aún no sabían que sus voces seguirían sonando al unísono tres décadas más tarde.

El dúo musical que hoy en día conocemos como Ixeya –y que hace una semana se llevó el galardón al mejor EP en los Premios de la Música Aragonesa– se gestó durante la infancia de sus componentes. Con doce años, Miriam y Eli ya quedaban para versionar sus canciones favoritas. En sus sesiones de canto también aprendían a tocar, de forma autodidacta, el instrumento que cayese en sus manos. «Tirábamos de oído y de práctica, hasta que conseguíamos que las melodías sonasen mínimamente bien. En nuestros inicios aún no existían Youtube y sus tutoriales», recuerda Eli López.

A pesar de la pasión de ambas por la música, enfocaron sus estudios universitarios hacia el ámbito de la enseñanza. Miriam estudió Educación Social y Eli, Magisterio Infantil. Pero, en el caso del grupo zaragozano, todos los caminos conducen a la música. Cuando su periodo de estudios terminó y ambas estaban de regreso en su tierra, decidieron formalizar el proyecto.

Los comienzos de Ixeya

«La primera vez que grabamos en el estudio fue, para mí, el inicio de nuestra trayectoria profesional», afirma Miriam Carbonell. En 2019 grabaron sus primeros temas propios y crearon su identidad como grupo. El nombre Ixeya proviene del aragonés, pero no existe un consenso sobre su significado: «Hay quienes dicen que significa deseo, que designa a la flor de la borraja o que, simplemente, no significa nada. Nosotras elegimos la palabra porque nos encanta su sonoridad», aseguran. A partir de su primer concierto en el albergue de Artieda, empezaron a recibir llamadas de más sitios para ir a tocar. Sus primeros pasos los dieron en todo tipo de eventos y festivales, algunos de ellos autogestionados y underground. También cantaban en fiestas de pueblos y eventos culturales del mundo rural.

El año de la cuarentena trajo consigo el primer trabajo autoeditado del grupo; '2020', un EP conceptual de cuatro canciones que simbolizan las cuatro estaciones del año. Sin embargo, ha sido su EP más reciente, '2 hermanas', la obra que les ha consagrado como una de las propuestas más ambiciosas del arte emergente aragonés. 'Cerbero', 'Hidra', 'Nix', 'Caronte' y 'Estigia': cada uno de los temas que forman el EP se corresponde con una luna de Plutón y las historias mitológicas vinculadas a sus nombres. «Por un lado, nos gusta mucho la idea de lo rural y el campo, pero al mismo tiempo nos atrae el espacio exterior y las estrellas. Parecen cosas contrarias, lo que podemos ver y tocar contra la inmensidad del universo», explica Carbonell sobre el diseño conceptual del álbum. «Nos hacía gracia el guiño de relacionar un no-planeta con nuestro casi no-pueblo, porque siempre hemos bromeado con que Santa Engracia tampoco se consideraba casi una población ni salía en el mapa», apunta López.

Influencias aragonesas para el dúo

La presencia de Aragón destaca hasta en las influencias del dúo. «Las primeras canciones que grabamos con doce años eran versiones de Amaral. Siempre ha sido una de nuestras mayores inspiraciones», reconoce Eli López. En la actualidad, se fijan en artistas que tienen una filosofía de vida y un discurso parecidos a los suyos, que hablan de la naturaleza y emociones. «Algunas de nuestras cantantes favoritas son Lorena Álvarez, Natalia Lafourcade y Aurora, una chica noruega que crea unas melodías de voz con un toque de folk nórdico. El juego de voces también es lo que nos caracteriza a nosotras, por encima de los instrumentos», sostiene Carbonell.

Aunque el aragonés está presente tanto en el nombre como en las composiciones, no es su lengua materna. Para ellas, es una forma de «universalizarla». «El aragonés ha estado un tiempo muy invisibilizado, se consideraba una lengua de tontos o de catetos de pueblo. Las lenguas son algo universal, y el aragonés se asemeja al gallego, al asturiano y al catalán. Queremos visibilizar que puede entenderse en cualquier parte de la península», defiende el dúo.

El grupo no piensa esperar al éxito de brazos cruzados. Actualmente, se encuentran inmerso en el proceso de componer tres canciones nuevas e innovar en sus conciertos. Sus objetivos de futuro son claros, «que nos sigan llamando y podamos viajar a otros países con la música. Pero para que los sueños se cumpla, hay que seguir trabajando». 

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