OPINIÓN

Guardando las distancias: Un telón de mucha altura

El teatro aragonés no tiene nada que envidiar al que se hace fuera de aquí

‘Noche de Reyes’ se ha estrenado con éxito en el Teatro del Mercado.

‘Noche de Reyes’ se ha estrenado con éxito en el Teatro del Mercado. / JAIME GALINDO

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

El teatro aragonés, a día de hoy, tiene muy poco que envidiar al que se hace fuera de la comunidad. Lo digo y no me ruborizo de ello. 'Noche de Reyes' estos días en el Teatro del Mercado ha rubricado algo que, desde hace muchos años, es un hecho. Cuatro funciones, cuatro llenos. Es cierto que no estamos hablando de un recinto de alta capacidad, pero que una obra de teatro aragonés, realizada aquí, construida aquí y desarrollada aquí (sí, no es un error de escritura, hay que hacer énfasis en la palabra aquí) haya cosechado el éxito absoluto del público no es baladí en los tiempos que corren en los que todo, absolutamente todo, se pone en duda. Y quizá es también un hecho que debería hacer reflexionar... a los que sean. Ahí lo dejo.

El éxito de 'Noche de Reyes' parte de la colaboración de dos compañías aragonesas, Nasú Teatro y El gato negro, que han encontrado un camino común y han sabido ver claro que cuando dos van en la misma dirección si van juntos, suman más. Al mando de la obra, Alberto Castrillo-Ferrer (a estas alturas no tiene que demostrar nada) y a sus órdenes un elenco de actores de primer nivel que pasan por ser ahora mismo de los mejores que hay en la comunidad (Irene Alquézar, Blanca Carvajal, Gema Cruz, David Ardid, Alfonso Pablo y Luis Rabanaque, justo es que queden reflejados aquí).

Una mirada hacia fuera

En estos tiempos extraños que estamos viviendo tiene que llegar el momento de reivindicar la esencia, de aupar a la cultura y de encontrarse en el mismo camino todos los que van en la misma dirección. No estamos ante un mercado sencillo en España y, la realidad, es que salir de la comunidad con una obra de teatro no es sencillo, pero no imposible. Queda el pataleo, eso siempre, pero lo que hay que reivindicar es que estamos ante una Edad de Oro de las artes escénicas de la comunidad y no es algo que debamos desaprovechar. Porque no, no estamos sobrados de alegrías culturales muy a nuestro pesar.

Ensayos de la obra de teatro 'Noche de reyes'

Jaime Galindo

El ejemplo de Nasú y El gato negro solo es uno de los muchos que hay que demuestran que en Aragón desde hace muchos años (décadas incluso) se está haciendo un trabajo de primer nivel que raramente se ve constatado en reconocimientos fuera de nuestras fronteras pero que no debe quedarse en el olvido. Y la mejor manera de devolver lo que se está haciendo es ir al teatro. Ahí, uno se enfrenta consigo mismo, con sus miedos y con sus alegrías, uno se ríe y disfruta con personajes antiguos y contemporáneos, comparte momentos con su compañero de butaca o incluso con el que no está. Y eso, hoy en día, no es fácil encontrarlo en ningún lado.

No hay mejor arranque

'Noche de Reyes' tendrá una gira por Italia y esperemos que un largo recorrido también en España fuera de Aragón. De momento, ya ha conseguido algo que no es sencillo, el abrazo del público. Y, a partir de ahí, se pueden debatir mil aspectos, pero no hay mejor comienzo que este. Desde luego, todas las críticas que han llegado han sido positivas, la gente ha pasado un rato agradable y estupendo y Nasú y El gato negro han conseguido hacer de una obra que se representa en muy pocas ocasiones por su complejidad, un auténtico lujo para la ciudad.

Es el momento de que echemos la mirada a las compañías que tenemos al lado, que valoremos su potencial y que cuando veamos que pueden estar en peligro, les demos una oportunidad. Acabo como he empezado, el teatro aragonés tiene muy poco que envidiar al que se hace fuera de la comunidad. Y el público lo sabe (o debería saberlo). 

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