La imagen resultó más que llamativa en el entrenamiento de ayer, cuando Roberto y Manolo Jiménez dialogaron unos minutos sobre el césped. El meta madrileño se ha perdido los cuatro últimos duelos, ante Valencia, Getafe, Granada y Sevilla, por el fuerte traumatismo lumbar, que derivó en una lumbalgia, y que sufrió en el entrenamiento previo al choque ante el conjunto levantino. Ahora, tras dos semanas entrenándose a tope con el grupo, según aseguró el propio portero, su regreso debe llegar ante el Real Madrid. De ello hablaron entrenador y guardameta ayer y Jiménez, si Roberto está al 100% --y en principio lo está--, tiene decidido devolverle la titularidad si así se lo asegura el arquero. Así, salvo que la opinión del meta cambie en estos dos días, el sábado la portería zaragocista volverá a estar defendida por el madrileño.

Ese fuerte golpe lumbar tuvo a Roberto sin hacer trabajo bajo palos hasta tres semanas, perdiéndose los choques ante el Valencia, el Getafe y el Granada. Frente a valencianistas y granadinos, el titular fue Leo Franco, cumpliendo bien, mientras que en el Coliseum la sanción del argentino por la roja que había visto ante los de Valverde supuso el debut en el once de Alcolea. Sin embargo, tres días antes del partido ante el Sevilla, Roberto ya se integró en la dinámica de grupo, aunque Jiménez en la previa de ese choque anunció que sería Leo Franco el titular en Nervión. Roberto viajó, pero se quedó en el banquillo y en la grada estaba Alcolea, convocado de urgencia para ese encuentro.

DUDA ACLARADA La duda, se quiera o no, parecía cuanto menos generada por esa decisión de Manolo Jiménez ante el Sevilla, porque si Roberto estaba en condiciones de sentarse en el banquillo, como al final hizo, es de suponer que también lo estaba para ocupar la portería, algo que podría haber ocurrido ese día en caso de lesión o expulsión de Leo Franco. Y no se puede olvidar que el argentino ha cumplido bien en los partidos que jugó, tanto en estos últimos de Liga por la baja de Roberto como en los seis de Copa que ha disputado en este curso. De hecho, es casi indudable que es el suplente de más garantías que tiene Jiménez en estos momentos. Pero suplente al fin y al cabo.

El parón liguero, el trabajo continuado de Roberto con el grupo y la titularidad que se ha ganado el meta con notables actuaciones desde que llegó en el verano del 2011, si bien su nivel en este curso es más bajo que en el anterior, donde fue el mejor zaragocista, el de mayor regularidad, van a poner otra vez las cosas en su sitio. En esta temporada, hay menos noticias buenas de su papel, aunque tanto para la afición como para Jiménez sigue siendo indiscutible. Por eso su vuelta ante el Madrid solo depende de él. Si está al 100% jugará. Y como lo está...