El Ebro afronta este miércoles un partido que puede ser histórico. Los arlequinados reciben en La Almozara al Lleida (16.30) en cuartos de final de la Copa Federación, en un choque en el que quien gane accederá al cuadro final de la Copa del Rey.

Casualmente los catalanes fueron el último rival liguero el pasado fin de semana, en el que el Ebro cayó derrotado en las postrimerías del encuentro. Así que los aragoneses llegan con ánimo de revancha y con la intención de alcanzar un premio mucho más goloso que los tres puntos de la competición doméstica. 

Tanto la plantilla como el cuerpo técnico de los arlequinados son conscientes de la oportunidad que tienen delante. «Estamos muy ilusionados. La Copa del Rey es una competición muy especial para los clubes modestos y queremos estar en ella», afirma Raúl Jardiel, entrenador del Ebro.

Su buen hacer en la Copa Federación, donde han vencido sus dos partidos dejando la portería a cero frente al Hércules e Izarra, contrasta con la irregular dinámica que lleva el equipo en la 2ªRFEF. El Ebro comenzó bien pero actualmente acumula tres derrotas consecutivas, quizá por la carga de partidos. «La clasificación para la Copa acabaría dando sentido al esfuerzo que hemos hecho en esta competición», asegura el técnico.

A pesar de ser un partido especial, Jardiel explica que la preparación táctica para el mismo no dista mucho de cualquier otro, además de la particularidad del doble enfrentamiento ante los catalanes. «Tenemos la oportunidad de aprender de los errores del sábado y ajustar esos fallos. Tendremos que subir el nivel pata tener opciones. Lo más importante es que los jugadores hayan recuperado bien y que afronten el choque en una buena condición física», apunta el entrenador, que también reconoce que motivar a sus futbolistas ante el reto que afrontan esta tarde es muy sencillo. «Prácticamente no hace falta. Todos sabemos lo que nos estamos jugando», señala Jardiel.

Aun siendo en día laborable el partido, Jardiel cuenta con el apoyo de la afición. «En los partidos previos ya ha venido bastante gente y espero que mañana vengan muchos más porque necesitamos ese aliento», desea el míster. En caso de superar al Lleida, los aragoneses se medirían en la Copa a un rival de categoría superior en casa, pero no tendría que ser obligatoriamente de Primera División, ya que también podría ser de la categoría de plata o de 1ª RFEF. Pero si se vence, nadie le quitará al Ebro el derecho a soñar.