La protesta contra el racismo le está saliendo cara al Ranillas. Por el momento y como mínimo, el club del Actur tendrá que pagar 50 euros por plantarse al inicio del partido que les enfrentaba al Utebo en el grupo 1 de Primera Regional del pasado domingo. Desde el club zaragozano no entienden esta multa, pues el motivo era simplemente concienciar a todos los presentes en el choque de la negativa al racismo. Además, según Jorge Pérez, director deportivo del Ranillas, ambos equipos y colegiados fueron previamente avisados y dieron el visto bueno a la queja. "Viendo la sanción nos hemos puesto a revisar las actas de otros partidos de la semana y hay algún partido más en el que el árbitro refleja el parón de dos minutos. Entiendo que esa sanción se va a aplicar por cada partido que el colegiado lo haya reflejado en el acta. Probablemente estamos hablando de que se termine saldando una propuesta pacífica con una multa que quizá sea más grande a la del hecho por el que ocurrió todo", explica Pérez preocupado por que un comportamiento solidario se convierta en un gasto no previsto para el club.
Asimismo, el acta presentada por la Real Federación Aragonesa de Fútbol dicta que "se impone la multa al margen reseñada al club At. Ranillas por la conducta contraria al buen orden deportivo mostrada por sus jugadores al negarse a iniciar el partido tras el silbato del colegiado sin que exista causa que lo justifique". Por el contrario, Pérez matiza que «los delegados de todos los equipos del Ranillas tenían la orden de avisar que íbamos a hacer un parón de dos minutos para que los rivales y el colegiado fueran conscientes de esto", y subraya que "de hecho en algunos partidos, cuando empezaba sacando de medio el equipo rival, estos eran tan conscientes de que ningún jugador movía un músculo", puntualiza el director deportivo.
El comienzo de todo
El motivo de la protesta viene dada por unos gritos racistas que obligaron a suspender el encuentro de Segunda Juvenil entre el Utebo y el Ranillas disputado en octubre y correspondiente a la jornada 6. El colegiado escuchó ya en el minuto 47 gritos racistas y avisó al delegado del club local para que diera aviso a la grada. En el minuto 69 el árbitro tuvo que suspender de manera definitiva el encuentro al ver que los gritos no cesaban en la zona de la hinchada. La Federación obligó a pagar al Utebo 250 euros por la multa y este pasado fin de semana todos los equipos del Ranillas protestaron contra el racismo y el episodio racista sufrido por su equipo de Segunda Juvenil.
"Creo que el posicionamiento del Ranillas ha contribuido a poner el foco y dejar claro que este tipo de actitudes no son comprensibles ni admisibles dentro de un campo de futbol. Independientemente de cómo se zanje el asunto a nivel de sanciones, creemos que el mensaje lanzado para la práctica de la totalidad del fútbol aragonés es de que esto es inadmisible", incide Pérez.
Cabe destacar que el jueves 17 el Ranillas presentó el recurso al Comité de La Federación reclamando una sanción mayor para el Utebo, que tendrá que pagar 250 euros por insultos y cánticos racistas. "Creemos que el artículo que se ha aplicado no es el que corresponde por los hechos que se han producido, porque entendemos que hay una falta de colaboración manifiesta del Utebo contra los insultos racistas", acaba Pérez.
