Fútbol

Zaragoza, reina entre reinas

La capital aragonesa luce sus mejores galas para acoger la final de la Copa de la Reina, que dejará 4 millones de euros en la ciudad

Miles de seguidores de Barça y Real Sociedad llenarán de color la vieja Romareda

Un aficionado toma una foto a la Copa de la Reina recién llegada, en AVE, a la estación Delicias de Zaragoza.

Un aficionado toma una foto a la Copa de la Reina recién llegada, en AVE, a la estación Delicias de Zaragoza. / LAURA TRIVES

Jorge Oto

Jorge Oto

Restaurantes sin capacidad para admitir más reservas desde hace tiempo, hoteles llenos, ni una vacante en el camping y bares que se frotan las manos ante un fin de semana de esos que hacen el agosto. La Copa de la Reina, cuya final se disputa este sábado (19.00 horas) en La Romareda, convierte a Zaragoza en la capital del fútbol. Y, con la que está cayendo con el primer equipo de la ciudad, el acontecimiento se convierte en una fiesta mayor y no en la eterna agonía en la que el Zaragoza lleva convirtiendo casi cada curso desde que cayó a los infiernos hace ya once años.

Barcelona y Real Sociedad se juegan el título de Copa en un estadio vejete y que apura sus últimos días de una pieza antes de comenzar a ser derruido para construir otro a la vez. Se diría que el evento adquiere a su vez carácter de homenaje a una Romareda cuyas condiciones impiden desde hace tiempo acoger finales en categoría masculina, pero que ha obtenido el visto bueno para albergar una de las grandes citas del curso: la coronación del nuevo campeón de la Copa de la Reina.

El trofeo ya está aquí. Llegó en AVE a la estación Delicias de la mano de ilustres exjugadoras. Una de cada equipo. Virginia Torrecilla, del Barcelona, y Sandra Ramajo, brillante exfutbolista de la Real Sociedad, que partieron desde Atocha con rumbo a tierras aragonesas, para dar comienzo a una fiesta que se prolongará durante todo el día y de la que saldrán coronadas las nuevas reinas de Copas del fútbol femenino español.

Con más de 20.000 entradas vendidas, La Romareda registrará una entrada de lujo. Antes, el parque José Antonio Labordeta albergará una fan zone que, desde las 11.30 horas y hasta poco antes de la final, servirá para calentar motores. El parque más grande de la capital albergará multitud de retos y actividades lúdicas, como partidillos de fútbol 3x3, experiencias inmersivas como el photoboot, torneos de futbolín y de e-sports con la oportunidad de ganar fantásticos regalos. Todos los asistentes podrán participar en retos con el influencer Paul Ferrer. 

Además, se instalará un stand de trofeos, junto a la exposición fotográfica de la Copa del Mundo Camino hacia la estrella y los aficionados podrán posar junto al trofeo de la Copa del Mundo y la Nations League. Una fiesta en toda regla a la que están invitados propios y extraños. Locales y visitantes. De aquí y de allá. Como, por ejemplo, los aficionados realistas, que, por recomendación de las autoridades, se reunirán a apenas unos metros de la entrada sur del estadio, en una plaza en la que se prevé jolgorio durante una jornada marcada en rojo por los bares de la zona, que han multiplicado sus reservas de cerveza para la ocasión.

Luego, a media tarde, llegará el turno del balón. Del fútbol del bueno. De ese que gusta por estas lides. Zaragoza se convierte en el epicentro del deporte femenino durante un fin de semana que ya empezó con el recibimiento a la Copa y a los dos contendientes. Para el mismo sábado está prevista la llegada de presidentes y directivos. En principio, estará Laporta, si su cabreo con Xavi no lo impide. 

Es la hora de Zaragoza, que no ingresará un euro en concepto de organizador a cambio, eso sí, de librarse del canon de 70.000 euros que la Federación Española de Fútbol exige a las sedes. Así quedó acordado debido a que fue el organismo federativo el que se interesó en que la capital aragonesa acogiera el evento y no al revés. Es día de fiesta. Zaragoza, reina entre reinas, es el escenario de una coronación. Con ustedes, su majestad el fútbol.