Que me destrocen sin piedad mis esperanzas y sueños
Que me arrebaten las ganas de querer seguir avanzando
Que la vida solo me vea como un número más que derrotar con su muerte
Que el silencio y el miedo se hagan amigos
Y griten por las noches para no dejarme dormir
Puede que la cordura juegue a tiempo contrarreloj
Y la oscuridad sea el frío consuelo de un abrazo vacío
Cuando me dejen en el centro del olvido
Y las palabras quieran cortarme y herirme
Cuando el viento ya no quiera guiar mis palabras por el mundo
Cuando todo lo conocido sea desconocido
Y no sienta las piernas al mantenerme en pie
Cuando millones de manos rocen cada centímetro de mi piel en llamas
Y quieran empujarme hasta el borde del más grande abismo
Yo...
Levantaré el puño en alto, gritando con rabia
¡Estoy aquí!
Empujare con la determinación que recorre todo mi cuerpo
No me conformaré con ganar una sola batalla, ganaré la guerra
Viviré para acabar mi historia
Levantaré la cabeza y mostrare que nada puede pararme
Caeré, muchas veces. Pero jamás me conformaré con mirar desde el suelo
Lucharé hasta que ya no pueda levantar mi mano en la batalla
Y aun en ese momento, no andaré en la historia, correré
Elegiré mi propio camino y aguantaré todos los golpes
Jamás dejaré que me hagan retroceder
Jamás harán que me rinda ante mis metas
Aun con mi último aliento de guerra, seré la carga de la batalla
Destruiré hasta la más dura puerta, con el sudor de mi esfuerzo
Y al final, llegaré a la cima. Me faltará el aire y conoceré todos los dolores
Pero las vistas valdrán la pena.