Aragón es un paraíso para los aficionados al esquí y a los deportes de invierno. Cada año numerosos turistas de dentro y fuera de la comunidad se acercan hasta sus montañas, atraídos por los grandes mantos de nieve que se acumulan sobre ellas durante el invierno, para calzarse los esquís y deslizarse por las pendientes nevadas en busca de emociones fuertes

No obstante, esto podría cambiar en un futuro si la temperatura del planeta sigue en aumento y se cumplen las previsiones de algunos estudios, que alertan del riesgo en el que se encuentran algunas de las estaciones invernales por el cambio climático, cuyos efectos y medidas para frenarlo se han debatido estas dos últimas semanas en la Cumbre por el Clima (COP) de Glasgow.

Nieve y aumento de la temperatura

Con solo 2 grados de temperatura más en los próximos 30 años, para 2050, algunas de las estaciones de esquí del Pirineo no serán viables ni siquiera con cañones de nieve y solo funcionarán un tercio de las que hay abiertas actualmente. Así lo indica un informe del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), un organismo con sede en Jaca (Huesca) que estudia los efectos que tiene la crisis climática en toda la cordillera, desde País Vasco a Cataluña, y a ambos lados de la frontera.

Esquiadores deslizándose por las pendientes nevadas en una estación de esquí del Pirineo de Aragón. ARAMON

Según Juan Terrádez, técnico del observatorio pirenaico y autor del informe sobre la crisis climática en las estaciones invernales, hay indicadores «muy concretos» de los últimos 50 años que demuestran los efectos que el calentamiento global está teniendo sobre el sector de la nieve

Temporadas más cortas

Por un lado se encuentra la fecha de inicio de la temporada de esquí, que antes solía coincidir con el Puente de la Constitución y ahora se suele retrasar. Y también la duración de las temporadas se acorta, con menos días en los que el grosor de la capa de nieve supera los 30 centímetros para poder esquiar. 

«Estos indicadores, unidos a otros estudios de la Agencia Estatal Meteorológica (Aemet) sobre la disponibilidad de nieve, coinciden en que para 2050 la capa de nieve por encima de los 1.800 metros de altitud se va a reducir, en el caso más optimista, un 60% con respecto al valor actual», afirma Juan Terrádez. Por tanto, añade, «solo estarían operativas un tercio de las estaciones actuales».

Las estaciones de esquí se enfrentarán en los próximos años a los retos que plantea el calentamiento global. ARAMON

Un cambio en las estaciones

La nieve es un negocio muy importante para Aragón porque atrae turismo y da empleo a muchas personas en las zonas de montaña, algo fundamental para luchar contra la despoblación en comunidades como Aragón. Pero el cambio climático pasa factura a los Pirineos y a las estaciones de esquí y está claro que se necesita un cambio.

Para Eva García, directora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, lo mejor es que la estaciones empiecen a analizar los riegos y a adaptarse a los efectos del cambio climático, que ha provocado un incremento de la temperatura y un cambio en el ciclo del agua que «evidentemente» afecta a las nevadas

Un nuevo concepto: "estaciones de montaña"

Para la experta en cambio climático, esto no significa que las estaciones de esquí deban desaparecer pero está claro que van a tener que transformarse. «Ya no hablaremos de estaciones de esquí sino de estaciones de montaña», afirma García, con un «mayor diversidad de actividades y una oferta disponible durante todo el año para que se puedan amortizar las inversiones».

Estación de esquí de Candanchú, en el Pirineo de Aragón, en pleno verano. ÁNGEL DE CASTRO

Según la directora del observatorio, el cambio climático conlleva también oportunidades para las zonas de montaña, ya que «en verano hará mucho más calor en la costa, y muchos turistas se desplazarán a las montaña" en busca de fresco y de unas temperaturas más agradables.

Sobre el argumento de que la tecnología puede resolver los problemas que plantea el cambio climático, y en el caso de la nieve se cuenta con los cañones de nieve artificial, García indica que «la tecnología puede ayudar pero no es suficiente, y hay que evaluar las consecuencias a nivel energético y de recursos. Los cañones de nieve artificial necesitan agua y grandes dosis de energía, recursos críticos en esta crisis climática».

MÁS EFECTOS: LAGOS EN LUGAR DE GLACIARES Y MENOS ESPECIES ANIMALES

Más allá de la escasez de nieve, el cambio climático trae otras consecuencias para el Pirineo, como la desaparición de algunas especies animales y de sus glaciares, últimos restos de las masas de hielo que cubrían la cordillera pirenaica durante la era glacial. La directora del Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), Eva García Balaguer, explica que estos glaciares «de gran interés porque son los más al sur de Europa, van a desaparecer convertidos en lagos y humedales». Lo mismo pasará con algunos animales que «se desplazarán en altura en busca de hábitats mejores, pero la montaña tiene un límite y llegará un punto que algunas especies desaparecerán».