Todos los tipos de relaciones personales son susceptibles de sufrir una ruptura que haga que esa relación desaparezca, se desvanezca o se quiera olvidar para siempre. En ese momento a alguna de las personas de dicha relación le surge el sentimiento de abandono, especialmente si nos centramos en relaciones sentimentales

La intención de este artículo no es la de juzgar quién tiene o no la culpa, o dirimir cuál fue la causa de esa ruptura, sino la de ofrecer herramientas a la persona que se siente abandonada para que pueda gestionar sus emociones.

La tristeza es una emoción adaptativa

Es recomendable tener claro que estar triste, en este tipo de situaciones, es totalmente normal y necesario para que tu mente encuentre la calma que necesita para superar este trance. Si lo necesitas, es muy bueno que llores y hablarlo con las personas de confianza de tu entorno.

¿Solución o problema?

Una vez que consigas aceptar la situación debes centrarte en buscar soluciones y no en el problema, intentando aprender algo y evitando aferrarte al pasado, ya que no te ayudará a seguir adelante. El pasado es un lastre que pesa mucho, debes aligerarlo. 

¿Y esto es para siempre?

En alguna ocasión te habrás preguntado que cuánto tiempo te va a durar este sentimiento de tristeza, de abandono y realmente nadie puede asegurarte el tiempo exacto, lo que sí que se sabe que cuanto antes te pongas manos a la obra, antes conseguirás salir de ese rinconcito de tristeza en el que te encuentras. 

Ni víctimas ni culpables

Piensa que las personas en tu vida irán y vendrán, pocas permanecen para siempre a tu lado. Si consigues asumir esto, las próximas rupturas, si surgen, te costará menos superarlas. No te machaques buscando culpables, ni pensando que eres una víctima, porque no te ayuda, ni a tu autoestima, ni a superar esta situación. Levántate y, paso a paso, sigue adelante, mira a tu alrededor, seguro que encuentras personas muy interesantes, lo importante es centrarse en disfrutar de ellas en el momento presente, para no perderte nada de lo bueno que pasa en tu entorno.

Y recuerda, la tristeza es necesaria para conseguir ese tiempo de calma que te ayudará a asumir la situación, y una vez conseguido, tienes que seguir adelante, buscando soluciones, apoyándote en el resto de tu gente y disfrutando de ti, que eres la persona más importante de tu vida, y de tu tiempo de ocio. Realizar actividades diversas (colabora con una oenegé, ve al gimnasio, pasea, apuntarte a algún curso, etc.) favorecerá que tu mente no se quede enganchada a la situación que te castiga emocionalmente.

Si te encuentras en esta situación, te mando un abrazo fuerte, de esos sanadores y si no estás ahí y conoces a alguien que sí, dáselo tú y acompáñale en este camino; con solo estar a su lado, para que se desahogue, es más que suficiente. ¡Mucho ánimo!