En una situación de acoso una persona puede desempeñar diferentes roles: agresor, quien acosa al otro; víctima, quien sufre el acoso; y espectador, quien ve el acoso ya sea en directo o a través de las redes sociales.

El rol del espectador es muy importante en una situación de acoso. El espectador, testigo del bullying, decide si intervenir o no; pero sea cual sea su decisión, va a tener una influencia decisiva en la víctima, en el agresor y en el resto de espectadores.

¿Algunas vez has sido espectador de una situación de acoso?

Un espectador, a pesar de no estar de acuerdo con el acoso, puede decidir no intervenir generalmente por miedo a las represalias que pueda ejercer sobre él la figura del acosador, teme ser él la próxima víctima o que le den de lado en las relaciones interpersonales, excluyéndole de los grupos de las redes sociales. 

Ante ese miedo, permanece impasible y no hace nada. Esa conducta le está diciendo a la víctima que su sufrimiento no le importa, que no hace nada porque le da igual lo que le pase y esto hace que, la víctima todavía se sienta peor. El no hacer nada aumenta el sufrimiento de la víctima siempre. ¿Cómo te sentirías en una situación así, en la que nadie hace nada para sacarte de tu sufrimiento?

Un espectador que actúa, se convierte en un defensor y su conducta ayuda a la víctima, disminuye su ansiedad y su sufrimiento al percibir que hay alguien que le está apoyando en esos momentos. Al mismo tiempo, cuando un espectador se convierte en defensor ejerce un efecto dominó sobre los otros espectadores, los cuales pueden animarse a actuar también.

¿Quieres saber cómo actuar como un defensor?

Voy a darte algunas estrategias para que puedas ponerlas en práctica:

  • Si sabes de alguien que está siendo víctima de acoso no le dejes solo, acompáñale. Los acosadores suelen actuar solo cuando su víctima está indefensa y sola.
  • En una situación donde se está produciendo un acoso acércate a la víctima, ponte a su lado para que sienta que le importas, que estás ahí, que no está solo. 
  • Anima a otros compañeros y compañeras a ser defensores también.
  • Invita a la víctima a acompañarte y sácala de donde está.
  • Nunca adoptes posturas violentas frente al acosador.
  • No te calles. Comunica al profesorado o a tus padres o a la policía lo que está pasando.
  • Invita al resto de espectadores a que abandonen el lugar. El agresor necesita siempre de un público para actuar, si este no existe dejará de acosar la mayoría de las veces.
  • No lo ignores, actúa.

Ahora ya sabes todo lo que puedes hacer frente al bullying. ¿Te vas a quedar impasible sin hacer nada? Piensa que en alguna ocasión la víctima puedes ser tú. ¡Mira y... actúa!