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Toque de queda digital o por qué deberías desconectar del móvil durante la noche

La aprobación de una ley en Estados Unidos que prohíbe a los menores de 18 años utilizar las redes sociales en horario nocturno reabre el debate sobre el uso de la tecnología que hacen los adolescentes

Utah (Estados Unidos) ha aprobado una ley que restringe el uso de los móviles en los menores y limita el tiempo de uso.

Utah (Estados Unidos) ha aprobado una ley que restringe el uso de los móviles en los menores y limita el tiempo de uso. / EL PERIÓDICO

Laura Rabanaque

Laura Rabanaque

Sin redes sociales desde las 10.30 de la noche hasta las 6.30 de la mañana. Es la ley aprobada en Utah (Estados Unidos) que prohíbe a los menores de 18 años tener redes sociales sin el permiso de sus padres y acceder a sus plataformas en horario nocturno. Un toque de queda digital que se plantean también otros estados de Estados Unidos y que ha reabierto el debate sobre el uso que hacen de la tecnología los adolescentes y la necesidad de desconectar.

En España, la edad mínima para tener redes sociales es de 14 años, aunque según las encuestas, el 60% de los menores de esa edad tienen perfiles en plataformas como Instagram, Tik Tok o Youtube. Además, las herramientas de control parental permiten restringir horarios, tiempo de uso y acceso a determinados contenidos y páginas, por lo que la medida aprobada en Utah –que entrará en vigor en marzo de 2024– la pueden llevar a cabo las familias que lo deseen.

Uno de los principales argumentos para establecer el toque de queda digital en Estados Unidos ha sido preservar la salud mental de los más jóvenes. Los últimos informes alertan de un aumento de las adicciones y problemas derivados del uso de la tecnología entre los adolescentes.

"La desconexión debería ser tanto de los menores como de toda la familia"

"Es evidente que hay una preocupación por el abuso de las tecnologías en los menores, tanto por un mal uso (consumo de pornografía, ciberacoso, apuestas online, etc.) como por el tiempo de uso por falta de raciocinio", asegura Nieves Burón, de la Federación de Asociación de Padres de Alumnos de Aragón (Fapar).

Aunque en Europa se está lejos de aprobar una ley como la de Utah, y de hecho la noticia ha pasado algo desapercibida en los medios, sirve para "abrir un debate y reflexionar sobre el problema que tenemos de adicción digital", apunta.

Un grupo de jóvenes con sus teléfonos móviles.

Un grupo de jóvenes con sus teléfonos móviles. / EL PERIÓDICO

Desconexión digital para descansar mejor

El toque de queda en redes sociales no evita que los jóvenes accedan a contenidos inapropiados para su edad, ya que pueden hacerlo a cualquier otra hora del día, pero aborda un tema fundamental en una sociedad donde cada vez usamos más los dispositivos móviles para comunicarnos, como es la desconexión digital.

Según Charo Molina, psicóloga y terapeuta del Centro Municipal de Atención y Prevención de Adicciones (Cmapa) de Zaragoza, esta desconexión debería ser "tanto para el menor como para todos los miembros de la familia", y establecer un momento del día, por ejemplo la cena, a partir del cual no se puede usar el móvil en casa.

Molina recuerda además que "el móvil no es un despertador y no tiene que dormir en la habitación", para que exista "esa tranquilidad y relajación" en el descanso y que el sueño sea de calidad, evitando que la pantalla nos atrape cuando nos vamos a la cama y nos quedemos viendo vídeos hasta las tantas de la madrugada. 

Redes como Instagram o Tik Tok están pensadas para captar nuestra atención de tal manera que el tiempo pasa sin que nos demos cuenta, algo que acaba robando horas de sueño que son importantes para rendir bien en los estudios.

El uso de tabletas y móviles antes de irse a dormir dificulta y empeora el descanso.

El uso de tabletas y móviles antes de irse a dormir dificulta y empeora el descanso. / EL PERIÓDICO

Educar, mejor que prohibir

Noticias como la de la ley aprobada en Utah ponen también el foco sobre la efectividad de la prohibición en cuestiones que afectan a la adolescencia. Tanto desde el Cmapa como desde Fapar señalan la educación como la mejor manera de prevenir los efectos negativos del abuso digital.

Nieves Burón indica que "la tecnología es una realidad que forma parte de nuestras vidas y hacemos uso de ella de manera permanente e imprescindible". Por eso, ve "muy necesario" dar a las familias acompañamiento para que puedan educar a sus hijos en un uso responsable de la misma y formación en herramientas de control parental.

"Las limitaciones están para cumplirlas pero no garantizan que no haya alguien que se las salte"

También Charo Molina considera que los jóvenes deben poder acceder a la tecnología, ya que la necesitan para estudiar o hacer deberes, y es en el tiempo de ocio, "cuando se usa como diversión", cuando se han de establecer límites y normas.

Pautas como "limitar el tiempo de uso, no dormir con el móvil en la habitación o emplear el tiempo libre en otras cosas que no sean estar con el móvil, como hacer actividades extraescolares o salir a pasear", que deben ser también adecuadas a la edad.

"Las limitaciones están para cumplirlas pero no garantizan que no haya alguien que se las salte. Es mejor educar en el autocontrol y el uso responsable", incide la terapeuta, para quien este autocontrol, en el caso de los adolescentes "no viene solo, sino que se va adquiriendo con el tiempo", y el papel de las familias es fundamental. "El adulto tiene que ser un modelo".

La portavoz de Fapar también opina que "la prohibición por sí sola no funciona", y las medidas tienen que venir "tanto de la familia como de los centros educativos".