"Las macrogranjas están envenenando nuestra agua. Es el momento de frenar su descontrolada expansión". Con estas palabras resume Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España, los primeros resultados arrojados por el proyecto Sin agua no hay pueblos. El derecho al agua limpia.

La ganadería y agricultura industriales son la principal causa de la contaminación del agua por nitratos, "por ello es urgente un cambio de modelo para preservar este recurso vital y cada vez más escaso", señalan desde Greenpeace. Con la colaboración de diversas entidades sociales de las 17 comunidades autónomas, ha distribuido esta primavera medidores para evaluar los niveles de nitratos en el agua de casi 250 puntos distribuidos por toda España.

Los primeros resultados son alarmantes: el 27,6% (66 de 239) dan valores por encima de los 50 mg/l, siendo incluso algunas muestras en agua de consumo humano, cuando a partir de los 25 mg/l ya se considera una incidencia importante y preocupante. El 8% arroja valores entre los 40 y los 50 mg/l y 15% entre los 25 y los 40 mg/l.

Greenpeace reclama la adopción de una nueva regulación de nitratos que permita reducir al menos un 50% las emisiones de nitrógeno para el 2027, teniendo como referencia el año 1996. Pide el establecimiento de una moratoria estatal y/o regionales a la ganadería industrial de, al menos, cinco años: ni explotaciones nuevas ni ampliaciones de las existentes. Demanda un plan para la reducción progresiva de la cabaña ganadera en intensivo, formación al sector agrícola y ganadero sobre la importancia de preservar un recurso tan vital como el agua y medidas de control efectivas y sanciones que permitan poner fin a las malas prácticas.