Jaume Asens deja la política y Aina Vidal será la candidata de los Comuns a las generales

Los caminos que han explorado los Comuns para escoger quién encabezaría su lista en las próximas elecciones generales han sido varios, además de tortuosos, pero todos han acabado desembocando en el mismo tándem que en 2019, pero con un intercambio de papeles: esta vez, según ha podido saber EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, será Aina Vidal quien finalmente liderará la candidatura, mientras que Jaume Asens, a quien se le invitaba a ocupar el número dos, dejará la política, según ha hecho él mismo público en Twitter. La decisión no ha estado exenta de tensiones internas. Porque el jueves al mediodía la dirección del partido tenía decicido que fuera de nuevo Asens su número uno, pero los partidarios de Vidal, dispuestos incluso a exigir una votación em el consejo nacional de este viernes para escoger entre ambos, han logrado decantar la balanza a su favor a última hora. La decisión ha sido ratificada con los votos del 60,6% del órgano frente al 16,39% en contra y un 22,9% en blanco.

En los primeros puestos de la lista, que también se ha modificado respecto los planes iniciales, predomina la renovación pero con nombres que se repescan de Barcelona y del entorno de confianza de Colau. Junto a Vidal hará tándem Gerardo Pisarello, que es secretario primero de la mesa del Congreso y que fue primer teniente de alcalde en su primer mandato. Y en el tercer lugar los Comuns recuperan a la exconcejal de Ciutat Vella Gala Pin. El cuarto sitio está comprometido para la secretaria de organización de Podemos nivel estatal, Lilith Vestrynge, en el quinto lugar irá el hasta ahora concejal de Emergencia Climática en Barcelona Eloi Badia y en el sexto la coordinadora nacional de Catalunya en Comú y negociadora con Sumar en Madrid, Candela López. A continuación, se incorpora la activista Viviane Ogou, responsable de Migracions de Sumar; y María Pozuelo, secretaria de organización de Podem Catalunya.

"Nadie es imprescindible, hay momentos en los que hay que saber dar un paso al lado para dejar que otros liderazgos, que pueden conectar mejor con los nuevos tiempos, tomen el relevo y anteponer, así, los intereses colectivos a los individuales", asegura Asens en su misiva, en la que agradece la confianza tanto a Ada Colau como a Pablo Iglesias -que fue quien le confió el rol de presidir el grupo de Unidas Podemos en el Congreso- mientras que no menciona a la líder de Sumar, Yolanda Díaz.

Con vocación de no atiar más la disputa, ha loado la figura de Vidal, a quien dice admirar y definie como "la mejor candidata". Asegura que está "convencido" que hubiera tenido el apoyo del consejo nacional si hubiera sido propuesto como cabeza de lista. Sin embargo, diversas fuentes del partido explican que, pese a que la dirección validó su repetición al frente de la lista, la contestación ha ido a más, hasta el punto de acabar decidiendo su salida. Vidal contaba, además, con el respaldo de Sumar, y lo que la cúpula del partido quería evitar era que el consejo nacional se abriera en canal con una votación que rectificara la decisión inicial.

El baile de nombres

Hasta llegar a Vidal como candidata, se barajaron contrarreloj otras posibilidades para encabezar la lista, desde la búsqueda de un independiente, al eurodiputado Ernest Urtasun, así como nombres como el de Rosa Lluch. Una vez la alcaldesa en funciones de Barcelona y líder de los Comuns, Ada Colau, dejó claro que su futuro no pasaría en ningún paso por Madrid y que se quedaría hasta el último minuto intentando un tripartito de izquierdas que desbanque a Xavier Trias, se abrió el melón en el espacio, un debate atropellado tanto por el calendario como por las tortuosas negociaciones con Podem. El poco tiempo para confeccionar las listas ha ido en detrimento de las posibilidades de explorar la incorporación de un rostro nuevo, como planteó en un inicio la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz. Hubo tanteo más allá de las fronteras del partido para explorar el fichaje de un independiente, pero no se consumó.

En todo caso, los Comuns han exprimido tanto como han podido las posibilidades. A Urtasun, que es un dirigente de la confianza de Díaz pero que prioriza continuar en el Parlamento Europeo, se le ofreció como alternativa el rol de portavoz estatal durante la campaña, cargo que está ejerciendo desde la semana pasada. También la historiadora Rosa Lluch, hija del exministro socialista Ernest Lluch, que ya encabezó la lista al Senado por En Comú Podem y también la de Girona en las catalanas de 2021, fue sondeada como posible cabeza de cartel.

El nombre de Xavier Domènech siempre está en las cábalas, pese a su abrupta retirada de la política en septiembre de 2018. Díaz ha contado con él como asesor externo en el último año para consultarlo durante el proceso de confluencia más allá de su núcleo duro, pero el exlíder con el que el espacio en Catalunya ganó en dos ocasiones las generales en 2015 y en 2016 no tiene intención de regresar a la primera línea y quiere continuar con su trayectoria en la universidad. Según fuentes conocedoras de las negociaciones, no se llegó a formalizarle una oferta.

Así que la cabeza de lista será finalmente Vidal, dirigente que proviene de la extinta ICV y que en esta legislatura ha ido ganando peso en el grupo de los Comuns, además de haber tejido buenos vínculos con Sumar y Díaz. Tras 10 meses de baja por un cáncer al principio del mandato, sus intervenciones en el Congreso, especialmente contra la extrema derecha, pero también en el ámbito laboral y económico, le han servido para ganar enteros hasta confiársele el reto de la contienda de las generales en Catalunya.

Asens, por su parte, abogado de profesión que estuvo en la génesis de Barcelona en Comú, ha estado implicado en esta legislatura en asuntos de calibre como la reforma del Código Penal pactada entre el Gobierno y ERC, además de ejercer también de bisagra para pactos con la mayoría de la investidura. Ha sido también una persona que ha ejercido de puente entre los morados y los Comuns en momentos de tensión, aunque sus buenos vínculos con el independentismo y, en concreto, con Carles Puigdemont, le han costado enemistades en el espacio. Fuera de la primera línea de la política, sostiene, continuará implicado en los movimientos sociales.