Tras la ley de amnistía

El PSOE, a Junts: "Nunca aceptaremos un referéndum sobre la independencia de Catalunya"

Los socialistas cierran la puerta a una negociación con los posconvergentes sobre una convocatoria de autodeterminación

Santos Cerdán y Carles Puigdemont, a finales de octubre en Bruselas.

Santos Cerdán y Carles Puigdemont, a finales de octubre en Bruselas.

La relación entre el PSOE y Junts, sobre la que bascula el futuro de la legislatura, ha pasado a una nueva fase tras la reciente aprobación de la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados. Los equipos de ambos partidos (liderados por el secretario de Organización de los socialistas, Santos Cerdán, y el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont) mantuvieron una reunión en Suiza, en presencia del mediador internacional Francisco Galindo, para analizar este escenario, en el que se abre el frente de la financiación y el del “reconocimiento nacional” de Catalunya. 

Los posconvergentes insisten en la necesidad de una consulta vinculante sobre la independencia. Pero los socialistas dejan claro que en ningún caso aceptarán una convocatoria de este tipo. “Por supuesto que no hay ninguna negociación sobre ningún referéndum. El PSOE nunca aceptará un referéndum que lo único que haría sería dividir a la sociedad catalana. Evidentemente, no podemos obligar a que otros partidos renuncien a sus posiciones”, ha señalado este lunes la portavoz del partido, Esther Peña. 

El desarrollo del Estatut

La posición del PSOE, que tras las elecciones del 23 de julio dejó de tachar la amnistía de inconstitucional y pasó a abrazarla como forma de lograr el apoyo de ERC y Junts a la investidura de Pedro Sánchez, no ha sufrido aquí cambios. Frente al referéndum de autodeterminación, los socialistas insisten en la necesidad de desplegar el Estatut, que es uno de los grandes mensajes del candidato y líder del PSC, Salvador Illa, ante las elecciones del próximo 12 de mayo. 

El PSOE, que viene de sufrir una severa derrota en Galicia, confía en que los comicios en Euskadi y Catalunya sirvan no solo para continuar gobernando en la primera autonomía (en coalición con el PNV y como socio minoritario), sino también para alcanzar el poder en la segunda. Y por el camino, debilitar a un PP que se presenta a ambas citas con las urnas con unas expectativas muy bajas. 

“Tanto en Euskadi como en Catalunya va a quedar claro la irrelevancia del PP en ambas comunidades por sus posiciones ultramontanas. El PP, un partido que aspira a gobernar España, está hoy en porcentajes de un dígito de apoyo popular”, ha señalado Peña tras la ejecutiva socialista.