La diputada de Restauración, Marisa Fanlo, se reunió a finales de febrero en Campillo con técnicos del Instituto del Patrimonio Histórico Española, para analizar la Sábana Santa de Campillo, cuyo retablo acaba de ser restaurado gracias a una inversión de 60.000 euros, impulsada desde la DPZ. Ana Schoebel, especialista en textiles y discípula del restaurador que intervino sobre la Sindone o Sábana Santa de Turín, y Rocío Bruquetas, especialista en pintura del IPHE, se trasladaron a Campillo.

Según la tradición, fray Lucas Bueno Nuño, natural de Campillo, obispo de Malta y gran prior de la Orden de San Juan de Jerusalén, recibió en 1650 una copia de la Sábana Santa de Turín -la que se tenía por auténtica- de la casa Real de Saboya. En 1652 la envió a Zaragoza, donde el Recibidor de la Orden de San Juan la entregó a Antonio Bueno y Andrés Martínez, vecinos de Campillo, quienes la trasladaron a la ciudad.