El respaldo de la plantilla al acuerdo alcanzado entre GM y el comité fue recibido ayer con "satisfacción" en la sede del departamento de Economía del Gobierno de Aragón (donde se fraguó el pacto final). Allí, el consejero Larraz consideró que el resultado demuestra que "se ha impuesto la seriedad" y añadió que "ya tenemos futuro para los próximos años".

Desde la perspectiva del corto plazo, Larraz consideró que el acuerdo definitivo --una vez se conozca el plan de ahorro europeo y se firmen los avales-- se podría "sustanciar antes del verano" y recordó que las ayudas que concederán ambos Ejecutivos "será conjunta". En este sentido, Industria y la DGA trabajan en la creación de un marco legal que aleje cualquier posibilidad de rechazo de estas ayudas, por parte de Bruselas.

Al respecto, el titular de Economía subrayó a este diario que el Gobierno "trabajará con General Motors para tratar de ponernos de acuerdo en la financiación con el resto de los países donde está GM en Europa y con la Unión Europea". De momento, la DGA ha comprometido un aval por 200 millones de euros, mientras que Opel ha pedido al Gobierno central otros 200. No obstante, "trataremos de ajustar estas ayudas" después de que GM haya triplicado su aportación a Opel (de 600 a 1.900 millones), añadió el consejero de Economía. Con todo, precisó que "no es cuestión de 15 o 20 días", sino que que "aún hay tiempo".

MAGNA Pero también echó la vista atrás y reconoció que "cuando se cerró el acuerdo con Magna pensé que todo había acabado, pero los problemas resurgieron". Además, recordó las interminables negociaciones y el "temor" a la posible bancarrota de GM también en Europa.

Uno de los aspectos en los que insistió Larraz fue en el lanzamiento del Meriva. Así, en repetidas ocasiones ha incidido en que es momento de centrarse en la producción de vehículos y aparcar negociaciones y conflictos.