La situación económica por la que atraviesan muchas familias ha hecho que en las Navidades que hoy terminan, muchas asociaciones y colectivos sin ánimo de lucro hayan asumido el papel que tradicionalmente ha corrido a cargo de padres y madres: el de proporcionar los juguetes que ayer trajeron consigo los Reyes Magos. De ahí que buena parte de los regalos que esta mañana han abierto en sus casas los más pequeños, provenga de iniciativas protagonizadas por estas oenegés. A modo de ejemplo, hay rastros de juguetes, como el que organiza desde hace 16 años Intermón Oxfam, ya imprescindibles en el calendario zaragozano. Contó con la colaboración de hasta 120 voluntarios y de las oficinas de Correos, donde se podían depositar juguetes no bélicos, libros, deuvedés y material deportivo. Se aspiraba a vender los juguetes a precios módicos, para, con el dinero recaudado --este año, más de 26.000 euros-- financiar proyectos de cooperación. Los productos que no se pudieron vender se repartieron entre varias entidades que lo pidieron, como Almenara, Mesaches (que los distribuirá en los campos de refugiados saharauis), Adunare, Educadores Sociales El Gancho, Escuelas Municipales Infantiles, El Cariño y centros cívicos, completando el círculo de la solidaridad.