Síguenos en redes sociales:

MUJER Y DEPORTE

Valor de Rey

Su padre José Carlos fue la influencia para que Teresa se lanzara al fútbol, una pasión en su vida que no le puede faltar ni un solo día. La centrocampista se marchó al Sevilla en 2018 y regresó, tras una grave lesión, al Zaragoza CFF, donde busca el retorno a la Liga Iberdrola

Valor de ReyÁNGEL DE CASTRO

Con solo 3 años ya quería Teresa Rey emular a su padre, José Carlos, fino centrocampista zurdo que militó en el Bardenas y en el Ejea y que le inculcó a su hija, a la mediana de las tres, ya que con María y Pilar esa influencia no fue ni de lejos tan poderosa, la pasión por el balompié y hasta lo hizo con su misma posición. «Como era tan pequeña, mis padres pensaban que era una rabieta, pero con 4 años ya me apuntaron porque no paraba de decirlo», asegura la jugadora de las Cinco Villas, ahora capitana del Zaragoza CFF. «El fútbol es mi salvavidas, me ha ayudado a crecer como persona y como compañera. Me ha dado mucho», añade con convicción.

Habla deprisa Teresa, quizá como muestra de ese carácter decidido y luchador que bien puede venir impreso en su apellido, pero para forjarlo sobre el césped ha sido clave la figura paterna. «Tras cada partido hablo con él y reflexionamos, pero es más que eso, es un pilar. Muchas veces, miro a la grada y con una mirada ya sé qué me quiere decir», afirma la futbolista, que cita entre sus referencias en el fútbol a Busquets, que «hace muy fácil lo difícil», pero sobre todo a dos mujeres, a Silvia Meseguer, «una jugadora brutal», y a Sara Monforte, ahora entrenadora del Villarreal y que la dirigió en el Zaragoza CFF.

La jugadora ejeana había llegado al Transportes Alcaine en la 13-14, para el filial, y dio el salto al primer equipo dos años después, pero tras el descenso cogió la maleta y siguió en Primera en el Sevilla. Un curso aciago aquel 18-19 para ella. «Me iba muy lejos, era la primera vez que salía de mi entorno y a los cuatro meses me rompí el cruzado y el menisco. Lo peor de la carrera son estas lesiones, muy largas y difíciles de afrontar», reflexiona, aunque después reconoce que de toda etapa dura se sacan grandes enseñanzas: «Doy las gracias a haberla tenido porque me hizo mejorar. Vuelves de otra manera, te hace crecer y valorar todo mucho más».

«El fútbol femenino necesita apoyo y crecer, no se nos compensa de la misma manera»

En todo caso, esos seis meses de baja le devolvieron al Zaragoza CFF ya con el reto de subir y recuperar un sitio en la Liga Iberdrola, objetivo que todavía sigue para dar el salto de regreso a una élite femenina que todavía espera el cumplimiento del convenio publicado en agosto de 2020. «Entrenamos y trabajamos igual, pero no se nos compensa de la misma manera y no solo económicamente, también en los recursos, en el reconocimiento. El fútbol femenino necesita apoyo para crecer y no se puede comparar con el de los chicos, las cualidades físicas son totalmente distintas, pero el deporte, su esencia, es el mismo».

Compagina su pasión y los estudios en Actividades Físicas Deportivas, aunque ya tiene el título de nivel 2 de entrenadora. «No me podré deshacer nunca del fútbol, si no puedo estar ni un día sin él... Me gustaría entrenar y compaginarlo con el trabajo». Aun así, a sus 24 años, eso queda lejos. Teresa quiere «crecer y mejorar año a año» y desea el ascenso, aunque la Liga Reto «es muy dura, competida y cada semana se ve», sentencia, con la mirada ambiciosa, llena de valor. 

Pulsa para ver más contenido para ti